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del norte tiene un cerro mui elevado todo cubierto de nieve, el que continuamt.e se está derrumbando, que parece trueno [1].


    dor i este cerro o macizo. Este llano se estiende trasversalmente entre ellos, sirviéndoles de base comun.
    Internándose por el paso, el autor ha ascendido ya alguna altura que se reconoce por el aspecto diferente de la vejetacion, que ha asumido el carácter de alpina. Domina en ella la haya antartica (el Ñirre o Reuli de la Cordillera) a que nos hemos referido ántes [n 1]. Este "monte colgado" con sus matas de quila i sus praderas risueñas hace un contraste mui agradable con las espesuras de la zona inferior i ofrece ademas al viajero la ventaja de ser fácilmente transitable durante la buena estacion.
    Menendez advertido por este cambio observa con ojo escudriñador, lo mismo que en los viajes anteriores, la direccion de las aguas como indicio seguro para saber si ha alcanzado ya la cumbre del paso que tiene que atravesar. Resulta que el llano desagua todavia al rio Blanco. No se halla en el vértice del paso, pero no debe estar distante de él.
    Parece que el paso no es marcado por una cuesta, sino que el ascenso i descenso se efectúan insensiblemente por este terreno llano. En el paso Perez Rosales se observa la misma configuración que es frecuente en la Cordillera i debe probablemente su oríjen a la acción niveladora de los ventisqueros que cubrian en época remota todas las depresiones de esta montaña i destruyeron el dorso afilado que distingue en otros pasos la division de las dos pendientes.
    Otra condicion especial i propia de los pasos de la rejion austral es debida también a los ventisqueros por su accion sobre los flancos de los cordones al bajar por los valles, produciendo, lo mismo que en los "fjords" del mar, las paredes verticales de los cerros que se elevan de su suelo. Hemos aludido ya ántes al brusco descenso con que los pasos decaen a los valles a su entrada i salida i que hace difícil su ascension al principio i fin de su trayecto, mientras que, según acabamos de ver, el lomo divisorio situado en el medio sea muchas veces de fácil tránsito. Veremos luego que el descenso difícil a la salida del paso entorpeció seriamente la marcha de Menendez.

  1. Nuestro autor se halla por primera vez frente al majestuoso cerro Tronador i observa el juego de las caidas ruidosas de los aludes a que

  1. Vea el dia de ayer i e. 1, t I p. 38.
    En mi corto viaje por la Cordillera he reconocido solo una especie de "Fagus" (haya) que habita la rejion alpina, la F. antarctica. El Dr. Reiche ha observado que fuera de esta se halla en la misma rejion la Fagus pumilio (el Ñirre), descrita hace años por Poeppig, (Jeografia botánica de la Rejion del Rio Manso, 1898, Anal. i E. S.) No sé pues a cual de las dos especies se refiere la descripción de Menendez.
    Es interesante la observacion reciente del Dr. Steffen que en la rejion del río Cisne (45° L. S.) las dos especies se hallan bien separadas: "la F. antarctica forma una faja de monte bajo sumamente enredado mas abajo de los bosques altos i ralos de la F. Pumilio, distinguiéndose desde léjos el límite entre ambas formas de vejetacion" (Informe sumario sobre la espedicion esploradora del rio Cisne, 1898 p. 20 i 25).