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sigue nota (1) de páj 228. dia 27 de febrero de 1791

    tador, que no dejará de fascinar a los futuros turistas i alpinistas que se dirijan a este nuevo campo que no cede en magnificencia a las mas celebradas rejiones del mundo entero, que hoi dia son visitadas por los aficionados a esa clase de sport i por los admiradores de paisajes imponentes i pintorescos.
    Menendez, en la posicion en que se hallaba, no alcanzó a reconocer la situacion del verdadero desagüe del lago ni el rio, que en su curso complicado i variado viene a formar el rio Manso i desembocar finalmente por el rio Puelo al Pacífico.
    No le fué permitido tampoco imponerse del verdadero trayecto del camino de Vuriloche que buscaba con tanto ahinco i que ya desesperaba hallar en ese momento. Sin embargo estaba mui cerca; pero desgraciadamente no podia adivinar que en el lugar del supuesto desagüe, al fin del otro brazo de lago "entre las dos cordilleras altas", se hallaba el verdadero paso de Vuriloche por donde, no hai casi duda al respecto, el padre Guillelmo habia entrado a buscarle en direccion al Baño, acabando por fin a descubrirle después de algunos años de constantes esfuerzos. Si podríamos llevar a su jenio de nuevo a este lugar, veria que el solitario lago, en que se detuvo, lleva hoi el nombre lago Mascardi, que a él sigue el boquete Guillelmo i que otro lago afluente del Mascardi, lleva su propio nombre, denominaciones todas en honor i recuerdo de los heróicos misioneros que trabajaron tanto para llevar la civilizacion a esta comarca i abrir una comunicacion espedita entre Nahuelhuapi i Ralun, como el medio mas eficaz para adelantarla.
    Hallándonos aquí en la entrada oriental del camino de Vuriloche, se nos ofrece de nuevo el problema de su direccion ulterior hasta Ralun. Preferimos sin embargo tratarle en otra ocasion.
    No hemos tenido dificultad alguna en fijar la ubicacion de esta última parte del derrotero de Menendez. Francamente es tarea realmente ingrata, segun tuvimos ocasion de esperimentarlo en la primera parte de este libro, fijar un derrotero cuando el territorio recorrido es desconocido; en cambio es fácil si es conocido por esploraciones posteriores.
    Hace pocos meses habria sido difícil i hasta imposible hacerlo en nuestro caso, segun se deriva del hecho que los autores, que se han ocupado de la estructura de la Cordillera al Sur del Tronador, no habian logrado delinear la correcta configuracion oro-hidrográfica, tal vez con escepcion del señor Guillermo Cox, quien formuló en 1859 la conjetura que algún brazo del rio Puelo se estendiera hasta la falda de ese macizo [n 1]. Haciendo el señor Cox conmigo una reseña de los rios que fuera del caudaloso rio Puelo caen directa o indirectamente al estero de Reloncaví, arribamos a la conclusion, que el caudal de ellos es corto para conducir todas las aguas que se derramaran de la pendiente austral de aquel gran nevado,


  1. Reconocimiento de la ensenada de Reloncaví. Anal. d. l. Univ. 1869 p. 686.