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componer el camino, que aun restaba para subir a lo alto del cerro. Tambien registraron algunos la bajada para la Laguna y la hallaron mui peligrosa. Vinieron a mi con esta noticia y determiné fuesen otra vez a reconocerla, para lo cual fué el hijo del Sargento con otros tres y allaron que solo podrian vajar a la ligera y con poca carga. Con esto determinamos el retirarnos y seguir el otro camino, que aseguran no ay peligro aunque se tarde un dia o dos mas [1].

Dia 5 del mismo

En quanto amaneció nos bajamos todos a la playa del rio grande para disponer el viage por la otra parte. No sé quando quedé mas rendido, si ayer en subir u oy en bajar. Tambien la gente, estaba bastante rendida y se le mandó descansar todo el dia.


  1. Menendez hace en esta ocasion lujo de su personal de taladores i del vigor i arte de los mismos, mandando partidas de ellos en todas direcciones, a fin de que el camino no se les pudiera escapar. Efectivamente este sistema tuvo que surtir el objeto deseado de hallar la abra del paso, siendo sus esfuerzos coronados al fin por el éxito.

    Las partidas capitaneadas por el Sarjento i por el capitan Lopez subieron a lo alto de la Cordillera por diversos caminos i alcanzaron a divisar desde su cumbre el lago de Nahuelhuapi. Se resuelve seguir el del Sarjento. Parece que este se apartaba del valle para ascender la Cordillera a la orilla de un pequeño rio que cae al Peulla unas quince cuadras ántes de torcerse al Sur i ántes de finalizar el valle principal.

    En la subida vieron por la primera vez desde el lado Norte el imponente cerro Tronador, cuya falda austral les habia quedado familiar en la espedicion anterior; oyeron los mismos truenos i reconocieron tambien el lejendario ventisquero del rio Peulla, el supuesto "derrumbe", que habia detenido hacia solo un cuarto de siglo, la marcha del padre Guell, i se les presentó ahora a alguna distancia encubierto por su moraina colorada (amarilla segun Cox i Steffen) i de aspecto algo diferente del ventisquero del rio Blanco.

    A la vista de estos fenómenos maravillosos Menendez se inclina a considerar el Tronador como el verdadero cerro Vanquenmay de la tradicion de Chiloé. Desgraciadamente la bajada al lago presentó dificultades por lo que resolvieron volver i tomar el otro camino hallado por Lopez, cuyo rejistro habia sido mas detenido i habia dado ademas con señas del camino antiguo.