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SIGUE NOTA (2) DE PÁJ 277, DIA 11 DE ENERO DE 1792

    propia de la rejion alpino i glacial de la Cordillera. Parece que sabemos mui poco de ella i que tendrá pocos representantes. En la rejion alpina conocemos el huemul que se halla vinculado a la haya antártica i no alcanza a la nieve perpétua. En la Cordillera alta de la parte central de Chile menciona R. A. Philippi la hermosa mariposa plateada "Chionobas argenteus" [n 1], que suele revolotear por los campos de nieve. Este jénero de mariposas se halla tambien en la Laponia, es decir en un pais cubierto en gran parte por la nieve. Los tábanos frecuentan tambien por temporadas la zona limítrofe de la nieve.

    Poseemos en nuestro gorrion niveal un ejemplo por demas notable de una ave que vive en esas alturas. Lo mas sorprendente es sin embargo, que esta especie posea todos los caracteres, hasta en sus menores detalles, de la especie que vive en iguales condiciones a miles de leguas de distancia i en el otro Hemisferio en las montañas elevadas desde los Pirineos hasta la Siberia. Vemos aparecer plantas en el estrecho de Magallanes que habitan tambien el Norte de Europa, pero que una misma especie de aves sea comun a rejiones tan apartadas una de otra no deja de ser sorprendente. Con todo sabemos que esta analojía o igualdad casi perfecta de especies que se hallan a distancias enormes se observa solo en algunas propias de las cordilleras altas i rejiones polares, que es tambien el caso nuestro.

    Me permito pues llamar la atencion de los ornitólogos de profesion i de los viajeros futuros sobre este simpático huésped de las nieves de la Cordillera austral.

    Altamente complacidos de las magníficas impresiones e informaciones recibidas en la cima de este cerro i deseando darle un nombre, nos acordamos que este dia era el doce de febrero, el aniversario de la batalla de Chacabuco i de la fundacion de Puerto Montt, i creimos esta coincidencia una escelente oportunidad para bautizarle con esta fecha tan memorable. No habiéndonos prevenido para dejar en su cima un recuerdo de nuestra estadía, hicimos una pequeña pirámide de piedras i coloqué encima mi baston de apoyo, que era casualmente de madera de alerce que es mui durable.

    Pasaron treinta i siete años hasta que los señores Steffen i de Fischer, habiendo ascendido el mismo cerro, encontraron la señal aludida i tuvieron la amabilidad de traerme esta histórica prenda i modesto trofeo [n 2]. Fué esta una prueba palpable que el largo periodo de indiferencia que reinó en Chile desde la espedicion de Cox (1862), a lo ménos en cuanto a las esploraciones trasandinas, habia pasado i que habia crecido entre tanto una nueva jeneracion, que con el mismo vigor, pero con mas recur-


  1. Philippi, Escursion al cajon de los Ciprese, Anales d. l. Univ. 1875 t. I p. 670.
  2. Fonck i Hess Informe sobre la espedicion a Nahuelhuapi, Anal. d. l. Univ. 1857, con una vista i un plano, p. 4; Steffen, Viaje de Estudio, 1893, E. S. 37.