Página:Viajes de Fray Francisco Menéndez a Nahuelhuapi.pdf/303

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 291 —

norte al sur, haciendo abra a este ultimo: presumimos fuese isla, y seguimos entre ella y las cordilleras. Tomamos puerto frente a un estero que entra al sur por medio de los cerros [1]. Fueron


    laderas i graderias estupendas de color negruzco, tales que la leyenda de otros paises suele calificar como obras del diablo. A su pié hai en todo su largo solo unas pocas varas de playa formada de pequeños fragmentos angulares de diorita (?).

    La ribera izquierda es formada por cuatro grandes cerros, que se siguen sucesivamente; su pendiente es un poco ménos áspera que la de la derecha, las rocas lisas del segundo cerro, que tiene bastante nieve en su cima, brillaban en el sol, por lo que le bautizamos "cerro Pulido" (Fonck, apunte manuscrito); a su lado se abre un valle angosta pero algo largo, el único en todo el curso del estero.

    En la segunda mitad de este brazo el carácter de los cerros varia algo: mientras que en la primera, lo mismo que en boda la pendiente occidental de la Cordillera, los bosques se estienden casi hasta le misma nieve, en esta sigue arriba de ellos una faja desnuda formada, sino de roca viva, de arena o guijarros (?), sobre la que se elevan gran número de picos o dientes de roca casi tan afilados como agujas. Pude observar mas adelante que esta misma faja se nota en todos los cerros que rodean el lago Nahuelhuapi i que la zona desnuda, intermedia entre el bosque i la nieve, se hace hacia afuera cada vez mas ancha, siendo el mismo tiempo los perfiles mucho mas suaves i faltando los picos agudos que se notan sobre los cerros de mas adentro. El límite de los bosques—no sé si sea tambien el límite de toda la vejetacion—forma una línea horizontal tan bien marcada como la línea de le nieve perpétua. Como la nieve se halla mas arriba de la zona arbórea, parece que el frio no es la causa principal de esta esterilidad. Me inclino mas bien a atribuirla a la sequedad del clima i a los vientos fuertes. Llamé ya en mi informe del año 1856 la atencion sobre este diferencia en el aspecto i en la distribucion de le vejetacion entre las dos faldas de la Cordillera.

    La islita situada en la mitad del curso de la ensenada es mui pequeña: es una roca de superficie redondeada, como gastada por el agua o el hielo, i poblada de árboles delgados.

    En le falda del último cerro de la orilla derecha (cerro de la Capilla) notamos un cambio en la vejetecion de la zona inferior: arriba del bosque que se eleva a poca altura, se estiende un gran prado verde con arbustos bajeo; en esta parte vimos aparecer tambien los bosquecillos del cedro ("Libocedrus chilensis", cipres en la parte central de Chile), árbol a que nos hemos referido ántes i que da a esta parte del lago un aspecto tan risueño.

  1. Nuestro viajero, confiando en la abundancia i bondad de sus ele-