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SIGUE NOTA (1) DE PÁJ 310, DIA 23 DE ENERO DE 1792

    Sur de la de Santiago. Es evidente que los picunches vecinos de Nahuelhuapi son otros. El señor Cox nos da una idea mas exacta: son una rama de los pehuenches que se estienden desde los confines de la provincia de Mendoza hasta el rio Limai i se dividen en Picun-pehuenches, pehuenches del Norte, i Huili-pehuenches, pehuenches del Sur. Nuestros aucapicunches corresponden exactamente a los picun-pehuenches de Cox.

    Segun Musters los picunches viven cerca de los pasos de la Cordillera i se hallaban bajo el dominio de Shaihueque [n 1].

    Es interesante la relacion de Pedro Usauro de Martinez que el nombre "picunche" proviene de usar poncho listado de colores, i que entre ellos hai algunos blancos i rubios, por lo que se suponia que fueran descendientes de los antiguos vecinos de Osorno refujiados al otro lado de la Cordillera, aunque por lo demas se diferencian mui poco de los otros indios [n 2]. Este cuento habia contribuido mucho a robustecer la fábula de los Aucahuincas o Césares osorneses, hasta el punto que el mismo virei daba crédito a ella.

    No deja de ser significativo el razonamiento del cacique que "los españoles de Calbuco", al ocupar las tierras en litijio con sus enemigos, volverian a tornar las que habian poseido ántes, i que señalara efectivamente a Menendez tierras para vivir. Es evidente que el recuerdo del dominio que Chile habia ejercido ántes en esta comarca se habia conservado entre los indios i que por esta razon estaban dispuestos a volver a admitirle.

    Tiene algo de raro que Menendez, a pesar de su acojida tan favorable por los indios, se retirara ya despues de haber estado apenas un dia con ellos. No sabemos si abrigaba temores por su propia seguridad o por la de la partida que habia dejado atras con la piragua, o en fin si le urjía volver a todo prisa, para comunicar la grata noticia de su descubrimiento.

    Menendez sospecha que los caballos que le prestaron i de los que algunos llevaban marca, habian sido robados. En los viajes siguientes habla mas en estenso sobre el robo de los animales.

    Los indios habian traido probablemente estos caballos de un establecimiento español de la costa Atlántica i le refirieron que sus moradores "andan bien vestidos i no tienen armas". En esta descripcion de los europeos por los indios es característico que señale de preferencia estos atributos del hombre civilizado, que distinguen efectivamente tan visiblemente su propio aspecto del de ellos, pero que no tome nota de otros diferencias esenciales, que sin duda no se manifiestan ton abiertamente.

    Menendez, cuya imajinacion no se habia desprendido todavia de la fábula de la ciudad encantada de los Césares, se inclinó a creer que la


  1. Vea Cox p. 107, 164: Musters p. 235, 247.
  2. Pedro de Usauro Martinez, La Verdad en Campaña, publicada por Nicolas Anrique, p. 206.