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Dia 25 del mismo

A las ocho de la mañana llegaron dos Indios mandados por los caciques a pedirnos licencia para venir a visitarnos. Tenemos el viento contrario y tanto que ni aun nos atrevemos a votar la Piragua a la agua. No sabemos cuando mejorará el tiempo y assí les dijimos que bien podian venir. Regalamos a los Indios y se retiraron muy contentos. Al anochecer calmó el viento, que ya havia mas de tres semanas que duraba sin intermision [1].


    referida condicion particular de aquellos vecinos estaria conforme con el cuento de su promotor Silvestre Rojas, siendo ellos quizás los verdaderos españoles perdidos de la leyenda. Sin embargo la relacion de Rojas no trae ningun dato directo que se refiera a los vestidos i armas de estos héroes imajinarios; ella nos pinta la magnificiencia de la ciudad i el paraiso terrenal que la rodeaba.

    Por lo demas podemos inferir que nuestro autor desde esa ver, quedara desligado de aquella ficcion, porque no vuelve a hacer mas adelante alusion a ella, bien que llamado a dar su opinion no se atreva a negarla.

    Es curioso que Mancuuvunay persistiera hasta el último momento en su ridícula i nervioso aprehension que Menendez le estuviera haciendo el mal.

    El hacha regalada al cacique con cierta formalidad era en aquella época un objeto de no despreciable valor en Chiloé i fué sin duda un obsequio rejio para el favorecido.

    El autor menciona aquí por segunda vez el sitio de la Mision. Los manzanos indican indudablemente un lugar de antiguo cultivo i vivienda. La tradicion i tambien Falkner ponen efectivamente la mision en este punto, pero veremos mas adelante que Menendez descubrió en el viaje siguiente el verdadero sitio de ella marcado por señales inequívocas. Pudiera ser que haya existido en este lugar como fundacion provisoria; mas abajo encontraremos una frase de Menendez que se puede interpretar en este sentido; por lo demas este sitio no ofrecia puerto, que era indispensable i que ella tuvo efectivamente, segun aseveran los cronistas. Cox reconoció desde la boca del desagüe el riachuelo mencionado aquí.

    Parece que aquel punto se hallaba en el mismo camino (o cerca de él), que tomaron al volver a caballo desde la misa de Mancuuvunay al varadero de la piragua. Segun eso puede ser que su tolderia se hallaria un poco mas al N. E del punto en que la hemos señalado en nuestro Plano por no caber de otro modo en su hoja; con todo la diferencia será, pequeña.

  1. Vemos que los temporales fuertes, que vienen probablemente del