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Dia 4 del mismo

Por la mañana llegaron dos hijos de Mancuuvunay y otros Indios: trugeron quatro caballos, para que fuese a su tolderia. Fui con cuarenta y cinco hombres, y nos recibió con demostraciones de alegria saliendo a recevirnos a caballo mas de una quadra antes de llegar. Fuimos al toldo del capitan del sur, sirvió Mancúuvunay de intérprete, pero él estubo mui serio y grave que parecia un general del Exercito. Por mas cuidado que puse, no pude ver la muger blanca; pero si la hija de ella


    nos indica su nombre, de modo que no sabemos si es idéntica o no a la que se menta aquí. Nos hemos figurado que este cuento sea la version india, bastante desfigurada del viaje de Basilio Villarino. Recordemos que la tripulecion del célebre piloto contaba a los indios que el objeto de su viaje fué cosechar manzanas en las tierna de los Aucas. Se reennoce aquí tambien a Coluna como cacique de las tierras de Caleufu i Huechuhuehuin, que producen esa abundancia de manzanas.

    No deja de ser estraño que fuera por boca de esta india que Menendez recibiera la primera noticia fidedigna sobre los establecimientos españoles del Atlántico i especialmente sobre la nueva poblacion El Cármen situada en la boca del rio Negro. Las noticias sobre esta villa, hoi Patagones, a que nos hemos referido antes en el capitulo sobre el viaje de Villarino i cuya existencia nuestro autor ignoraba, debian interesarle vivamente: eran como un saludo de sus paisanos i hermanos del Atlántico i una prueba palpable de la inmensidad del imperio colonial de España (hoi dia tan tristemente reducido a cero). Ademas era la colonia mas inmediata a Chiloé: esta comunicacion verbal e indirecta era el primer lazo que se tendió del uno al otro Océano i de una provincia austral a la otra. Ha pasado ya mas de un siglo desde aquel encuentro de Menendez i todavia esos centros se mantienen aislados i con mui pocas relaciones directas. Pero en fin parece que ya no tardará el momento que las irresistibles fuerzas del progreso humano unan esos puertos franqueando victoriosamente la Cordillera i el Desierto.

    Los indios llamaban El Cármen "Chico Buenos Aires" por tener con la capital de este nombre lo comun de ser puerto de mar i el único, fuera de él, que se conociera. Parece que la marcha de esa naciente colonia habia sido próspera desde los pocos años de su fundacion, puesto que ya estaba dotada de los atributos, enumerados por la india, de una poblacion regular i que habia casas en ambos lados del rio. De las que se hallaban