Página:Viajes de Fray Francisco Menéndez a Nahuelhuapi.pdf/391

De Wikisource, la biblioteca libre.
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
Esta página ha sido corregida
— 381 —

tienen la punta de fierro hecha a manera de harpon [1]: todos hicieron lo mismo para que no huviese alguna novedad. Se sentaron a beber y conforme iban bebiendo, iban aflojando la cinta con que se ciñen. A media tarde pasaron a otro toldo a hacer la misma ceremonia. A la oracion llegó el que fué de propio a llamar a Coluna y dijo que Coluna andaba ácia el norte fuera de su tierra: Que vendria dentro de doce dias y que entonces pasaria a verme a Nahuelhuapi, que tenia deseo de conocerme. Con esta respuesta determine el retirarme; porque para pasar el rio Lime es necesario buscar caballos, y Millahuan no los dará sin permiso de Coluna: y por otra parte, talvez fuera preciso usar de la fuerza contra sus sugetos y fuera echarlo todo a perder [2]. Tienen los


    tinguiéndose de los tehuelches, que viven solo de la caza, i ocupando una posicion media entre estos i los araucanos de Chile que eran labradores con viviendas fijas.

  1. Millahuan, como buen hijo de Arauco, aprovechó la visita de su hermano para celebrar una fiesta, una borrachera en regla. Cayeco dejó con este motivo sus armas guardadas, conforme a la costumbre jeneral en estos casos i relatada por todos los autores.

    Es interesante que este cacique usara todavia arco i flecha, lo mismo que su antepasado Malopara (Rosales) i los puelches en tiempo del padre Laguna, i que las puntas de estas, que fueron jeneralmente de piedra, hubieran sido reemplazadas por las de fierro; Menendez no nos revela nada sobre la procedencia de este artefacto estraño a la industria de los indios.

  2. La noticia inesperada de la ausencia (efectiva o finjida?) del cacique Coluna debia afectar hondamente a Menendez, porque desbarató de un golpe sus planes i esperanzas fundados en este viaje, que habia emprendido aparentemente bajo auspicios tan favorables. Quedó frustrada su tentativa de entrar en relaciones con Coluna i los aucas o sea con los supuestos Ancahuincas, tarea principal que le habia encomendado el virei. El enigmático Coluna, aunque su nombre volviera a aparecer mas adelante en nuestra historia, sin embargo no alcanzó jamas a presentarse en persona.

    No podemos reprochar a nuestro autor su breve resolucion de volverse sin haber obtenido ningun resultado práctico de esta escursion. Como llevaba víveres para veinte i siete dias, tenia de sobra para esperar en este lugar la vuelta de Coluna. Es probable con todo que su determinacion fuera la mas prudente, porque si se hubiera detenido en este punto durante los doce dias fijados para aquella, se habrian juntado mientras tanto