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mayor se pintó. Al menor le dije que se viniera con migo y me respondió en lengua chilena que no iria. Por mas que le persuadí, jamas quiso, y tampoco el responderme en castellano, sino en lengua, y siempre al caso. Al mayor solo hablé una vez, y me contestó tambien en lengua, diciendo que estaba enfermo y que no podria aguantar el camino. Estos suelen ser los peores entre esta gente, porque ya que ellos se ven perdidos, procuran perder a los demas [1]. No sé si andan con los del sur, o con los Puelches. Quando nos vieron divertidos con los Indios montaron a caballo, y se desaparecieron. Pedí a Mancúuvunay uno de sus hijos y me dijo, que se quedase con el uno de los nuestros, y como ninguno quiso, tampoco apuré yo el traherle [2].

Dia 17 del mismo

Despues que estamos en la laguna solo un dia hubo calma tal qual dia sosegaba un poco, pero luego volvia a su primera fuerza la travesia. Oy amaneció en calma y luego nos embarcamos, fuimos costeando por la costa del norte hasta frente de las dos Islas, que hay en el seno del sur en donde salió el viento con bastante fuerza. Quiso Dios que huviese allí una ensenada, en la que tomamos puerto, que esta abrigado de todos los vientos, menos desde el sur hasta el leste. Salimos a registrar la tierra, y en medio de la ensenada en un alto cerca de un riachuelo se encontró el sitio en donde antiguamente estubo la Mision. Se ve claramente el lugar de la capilla en donde se


  1. Estos individuos demostraban por su reserva i su negativa de volver a la vida civilizada que tenian mala conciencia. Sin embargo, segun Felix de Azara, no pocos españoles i aun mujeres españolas preferian la vida con los indios por pura aficion.

    El autor señala con mucha razon la influencia perniciosa que estos tránsfugos ejercen sobre los indios. Sabemos de la historia de Villarino, que dos o tres desertores fueron mui perjudiciales a los fines de su espedicion, sembrando entre los indios la desconfianza contra ella por sus calumnias groseras.

    No seria imposible que uno de estos tránsfugos, el mayor, haya sido Miguel Benitez, un bribon de la peor clase i desertor de Villarino.

  2. El autor hace esta proposicion al cacique en virtud de la sujestion del virei (artos 6 i 10) de pedir oportunamente rehenes a los indios.