Página:Viajes de Fray Francisco Menéndez a Nahuelhuapi.pdf/430

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y dan a entender su torcido corazon: Y talvez las robarian despues que consiguieron la certificacion[1].


  1. El autor se impone cada vez mas de la considerable i creciente aglomeracion de indios en las orillas del lago i del Limai, estrañándola con razon por no haberla notado en sus dos viajes anteriores.

    Para esplicarla emite la conjetura que se hayan juntado en el rincon formado por el lago i el alto Limai con el rio Negro para ponerse al abrigo de la persecucion de los españoles desde el Atlántico, i aun propone que estos hagan una espedicion por el rio Negro i el valle del Limai para desalojarlos, indicando el mismo camino que habia tomado Villarino.

    Nuestra interpretacion de este fenómeno difiere esencialmente de la de Menendez. Acabamos de señalar la causa verdadera de la reunion de tanta jente en este punto, atribuyéndola a las peregrinaciones regulares de las tribus nómadas de la Patagonia que dejaban por lo comun Nahuelhuapi al Oeste, pero vinieron ahora a tocarle para aprovecharse de la presencia de Menendez, de cuya vuelta proyectada para este verano habian tenido noticia. Recordemos que ya el año pasado el capitan del Sur habia venido el primero atraido por esta novedad. Menendez mismo no podia estar a cabo de estas circunstancias, que solo las investigaciones posteriores i sobre todo el viaje de Musters han esclarecido

    Es escelente el cuadro que traza de la codicia insaciable de los indios i de su descaro para exijir regalos. Sorprende su concordancia perfecta con y que nos ha pintado Villarino, hasta el punto que retiera tambien el rasgo señalado por él, que pretenden que no se dé "sino a ellos solos i no a otro alguno".

    Corrió la fama que Chulilaquin traia un cortejo de varias mujeres españolas. Menendez, como es natural, comenta este hecho lleno de indignacion; como estas infelices debian ser cautivas hechas en malones a mano armada i no seria fácil que Chulilaquin las haya tenido a la vista de las autoridades de El Cármen, sujiere la idea que las haya conquistado en un asalto de esta clase perpetrado despues de la fecha del certificado del teniente Nuñez, es decir, durante los últimos cinco meses. Esta conjetura bastante plausible: vista la suma lijereza con que se movian esas hordas a caballo, cabe efectivamente dentro del plazo indicado una empresa de esa clase, que debiera haber remontado desde El Cármen hasta la altura de Buenos Aires o Mendoza i bajar en seguida a Nahuelhuapi, atravesando al mismo tiempo casi toda la anchura del continente i recorriendo una distancia realmente estraordinaria

    No seria imposible por otra parte que Chulilaquin haya obtenido esas cautivas por compra hecha a otras tribus del Norte.