Página:Viajes de Fray Francisco Menéndez a Nahuelhuapi.pdf/444

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Diario y le respondí que en quanto le acabase se lo daria. El dia trece pasó Su S.a a visitarme al hospicio y me lo volvió a pedir y al instante lo firmé y se lo entregué conforme estaba. Por lo que no me quedé con toda la copia de él: de lo que resulta que desde el dia veinte y tres de Febrero hasta el fin no convendrá este con aquel en la letra; pero si en la substancia, y para que conste lo firmo en el puerto de San Carlos, provincia de Chiloe en veinte y seis del mes de Marzo de mil setecientos noventa y quatro[1].



    resultado de este i de los otros viajes en conjunto habia sido altamente satisfactorio. Es verdad que el mérito de su obra i trabajos no fué reconocido por sus contemporáneos, sino solo por la posteridad remota, tocándole la misma suerte adversa que a tantos otros autores. Pero aquellos no podian ménos de admitir, que en tan difíciles circunstancias supo mantener su dignidad i evitar la efusion de sangre i aun todo conflicto, cumpliendo con las instrucciones del virei Gil y Lemus, quien le habia encomendado cultivar ante todo la amistad de los indios i no empeñarse en ninguna accion de armas. De esta manera se alejaba de Nahuelhuapi dejando entre sus moradores solo recuerdos de respeto i amor.

    Agreguemos que la navegacion del mar i de los lagos tempestuosos no produjo accidente alguno i finalmente que la disciplina de su jente no dejó nada que desear. Hai que recordar con este motivo los buenos servicios de su hábil ayudante D. Nicolas Lopez

  1. El autor alojaba en el Hospicio, casa destinada para la vivienda de unos pocos misioneros de la Orden residentes en San Cárlos, la cual se hallaba anexa a la Capilla de que habla Moraleda[n 1]. Parece que este establecimiento es el mismo que existe todavía hoi dia i en el mismo sitio, aunque el edificio haya tenido que reedificarse.

    El Gobernador Pedro de Cañaveral se mostró esta vez tambien mui empeñado en obtener al instante el "Diario" del viaje, de modo que el autor tuvo que entregárselo solo dos dias despues de su llegada, cuando aun no habia tenido tiempo de dejar una copia completa destinada a la coleccion de sus diarios que obra en nuestro poder. La parte de esta


  1. l. c p. 253