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rainas, los trozos y las grietas amenazando a abrirse, elocuentemente explicaban la causa de esos grandes ruidos multiplicados por los ecos de las montañas y que han dado el nombre al cerro citado.

Era preciso subir aunque fuese peligrosa su ascension; los costados peinados en un ángulo de 50 grados, dejaban ver, de cuando en cuando, manchas oscuras o amarillas de hielo teñido que desmoronaban lavando las piedras y la tierra con el agua de su derretimiento: Subimos por un lado de la moraine y luego principiamos a escalar el ventisquero, cuidando de no caer en las grietas, que solo estaban lijeramente cubiertas por capas delgadas de piedra y barro. Nos sumergimos algunas veces hasta las rodillas, logrando salir a fuerza de rasguñar con las manos en el hielo, otras veces para avanzar un paso, dábamos cuatro o cinco inútiles, resbalando en el hielo como sobre vidrio; capeando las piedras que rodaban constantemente de arriba y que aunque no mayores de una arroba, bien podrian causarnos daño. Despues de una media hora, llegamos a la cima que tiene como 200 varas pero no podiamos ver el nacimiento del ventisquero; fué preciso principiar otro ascenso; un cuarto de hora despues estábamos en el punto culminante. Desde ahí podia verse todo: Era una enorme serpiente amarilla de una legua de largo y tres o cuatro cuadras de ancho que principiando en la nieve del Tronador llenaba todo el valle y ciñendo la base del cerro. Con un declive suave se avanzaba hasta el frente: ondulaciones sin simetría alguna ornamentaban el molido lomo amarillento; sus costados bordeados por pedazos de granito aglomerados unos sobre otros, cubiertos de musgo, coihues y pangues [1] pareciendo a los mil piés de un gusano gigante. ----

    quero de latitud austral; ella encanta por la injenuidad con que nos pinta las impresiones del viajero que se halla por vez primera delante de este fenómeno tan estraordinario. Aunque hayamos dado arriba un estracto de este reconocimiento tomado de la relacion de su "Viaje", esta descripcion orijinal i detallada no dejara de agradar al lector.

  1. Este dato sobre las plantas que acompañan los ventisqueros es importante para la jeografía botánica. Sabemos que los musgos son propios de lugares húmedos de temperatura baja tales que se hallan al lado de los ventisqueros. Vemos que el coihue i el pangue tienen facilidad de