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VIDA Y ESCRITOS DEL DR. RIZAL

se le ocurrió hojear la Colección de 42 volúmenes que comenzó á salir á luz en 1864[1], reanudada más tarde por la Academia de la Historia[2]; colecciones en que abundan las noticias preciosas, y que en rigor son las fuentes originales de los hechos realizados por los españoles durante el período de la Conquista. Aun dentro de lo impreso, Rizal no tuvo la suerte de hallarlo todo, y cuenta que en el mismo British Museum existe algún libro que, de haberlo leído, no le habría llevado á sostener ciertos errores[3]. El trabajo de Rizal, en una palabra, como anotador de los Sucesos de Morga, si muy estimable, mayormente como obra de propaganda contra los españoles, y hasta muy bien presentado desde el punto de vista material[4],


  1. Colección de documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y colonización de las posesiones españolas en América y Oceanía. Madrid, 1864-1884. — 42 tomos en 4.º En los tomos 3, 5, 13, 14, 16, 34 y algún otro, se contienen noticias curiosísimas acerca de Filipinas.
  2. Colección de documentos inéditos… Segunda serie. Madrid. Van publicados 13 vols.; de los cuales hay dos que tratan íntegramente de Filipinas, y los documentos que contienen son del mayor interés.
  3. El malogrado investigador filipino Sr. C. J. Zulueta, estudiando en el Museo Británico de Londres (en 1904) el ejemplar, único conocido, del Vocabulario Tagalo del P. San Buenaventura, impreso en Pila el año de 1613, me escribió:— «Rizal sostuvo que la palabra ramera no existía en el idioma del país; no lo hubiera dicho de haber conocido esta rarísima obra. ¡También los grandes hombres se equivocan!» V. mi articulo publicado en El Renacimiento, de Manila, número del 17 de Diciembre de 1904. — Extremó tanto Rizal el elogio de la virtud de los antiguos filipinos, que el patriota Isabelo de los Reyes, gran admirador de Rizal, hubo de ponerle algún reparo, cosa que á Rizal le escoció algo, según se desprende de su articulito «Una contestación á D. Isabelo de los Reyes», inserto en La Solidaridad del 31 de Octubre de 1890. — Á los modernos filipinos debe de tenerles sin cuidado (pues en último término no les alcanza la menor responsabilidad, como hubiera dicho Silvela) que los cronistas afirmen que entre las antiguas bisayas «la virginidad era afrentosa»; que había desfloradores de profesión, etc. Para Rizal los filipinos eran sagrados, así los de ahora como los del siglo XVI.
  4. La edición de Rizal hízose por la casa de Garnier Hermanos, de Paris; la impresión es esmerada, y el aspecto del libro es excelente. Aunque el pie de imprenta dice: París, 1890, el libro de Morga-Rizal comenzó á circular en Diciembre de 1889.
    Bueno será que consignemos aquí un recuerdo al aventajado americanista D. Justo Zaragoza. Este señor, que conocía perfectamente el gran mérito de la obra de Morga, se propuso reimprimirla, y la reimprimió en efecto, en 1888. Pero quiso que la nueva edición llevase un prólogo de D. José Cabezas de Herrera, alto funcionario que habia sido en Filipinas, y los achaques de éste, y luego su muerte, y poco después los achaques y la muerte de D. Justo Zaragoza, impidieron que el libro quedase enteramente concluido. El texto de Morga se reimprimió todo; y un librero de Madrid logró hasta dos ejemplares de las capillas estampadas en casa de M. Ginés Hernández, que vendió á mucho precio: figura el uno en la biblioteca que posee en Barcelona la Tabacalera de Filipinas, y el otro en la colección del citado bibliófilo de Chicago Mr. E. E. Ayer.
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