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W. E. RETANA

—«Los coloquios con los españoles ilustrados me han hecho filibustero, porque me han hecho desear la independencia de mi patria. Cuando estuve en Madrid, los republicanos me decían que las libertades se pedían con balas, no de rodillas.»

Sus últimos trabajos, aquel año de 1890, en La Solidaridad, fueron: — Un estudio crítico de Las luchas de nuestros días, de Pi y Margall, que recomendó á sus paisanos. «Dejando, dice, para otros examinar Las luchas de nuestros días bajo un punto de vista literario ó político, nosotros las estudiaremos en cuanto se refiere á la vida de los pueblos y de los individuos en general, y de las colonias en particular, llamando la atención sobre las ideas en consonancia ó disonancia con las aspiraciones filipinas.» El examen hízolo con gran minuciosidad. — Cómo se gobiernan las Filipinas, articulo político pletórico de sinceridad y energía. — Á mi… [musa], delicada y sentida composición poética, envuelta en fino humorismo; dirigiéndose á su musa, le dice, entre otras cosas, al despedirse de ella:

«Mas antes que partas, di,
Di que á tu acento sublime,
Siempre ha respondido en mí
Un canto para el que gime
Y un reto para el que oprime.»

Y, por último, la leyenda Mariang Makiling (véase la página 144), en la cual evoca el recuerdo de su Calamba inolvidable.

Lleno de tedio, convencido de que prácticamente nada conseguía en pro de sus ideales prolongando su permanencia en Madrid, el 27 de Enero de 1891 salió para París. Proponíase tirar por completo de la manta; ¡iba á publicar la segunda parte de su zarandeado Noli me tángere, una nueva novela: El Filibusterismo.


    El P. Nozaleda, arzobispo electo de Manila, aprovechando su permanencia en Madrid, en Agosto de 1890 solicitó del ministro Sr. Fabié: que se definiese sin ambigüedad la situación religiosa de Filipinas en orden á la administración de sus bienes. (En rigor, lo que ya habían pedido los Procuradores.) Y el Ministro, sin más acuerdo, dictó la R. O. consabida.
    El esfuerzo del Sr. Merelo, si bien puso en evidencia la parcialidad de Fabié por los frailes, no dió ningún resultado positivo. Los frailes aseguraron sus fincas, y todos sabemos la enorme suma de millones que llevan sacados, ¡aquellos que fueron descalzos á evangelizar á los filipinos, á quienes predicaban pobreza, abnegación y mansedumbre!…