embocar en la laguna (el lago que describe magistralmente Rizal en sus novelas), orillando el pueblo. Por medio de esta presa regaban aquella grande lanada, que ahora[1] está llena de guayabos, y otros espaciosos terrenos que producían gran cantidad de arroz… Además de estas tierras, tiene Calamba muchos parajes para sembrar trigo, maíz, mongos, frijoles, patani, pimienta, cacao y todo género de frutos… Abunda de muchas y ricas maderas, y tiene excelentes pastos para ganado mayor… Hace tres ó cuatro años que el Rey vendió todas las haciendas de los jesuitas, que llamamos de temporalidades: la de Calamba estaba valuada en 15.000 pesos, y no se halló comprador que ofreciese esta pequeña cantidad por una hacienda que proporciona tantas ventajas y utilidades. Es verdad que hay que entrar gastando mucho dinero en componer la presa; pero también es cierto que dentro de pocos años produciría bastante para resarcirse; y que si se quiere gastar más, puede esta hacienda llegar á ser la más pingüe de cuantas hay en las Islas Filipinas. — Se acaba de comprar al Rey en más de 40.000 pesos»[2].
El pueblo hacienda de Calamba vino á ser, en 1833, propiedad de los frailes dominicos, que destinaban la renta al sostenimiento de la Universidad de Manila; y á causa de graves y ruidosos pleitos entre los deudos de Rizal y los mencionados religiosos, entablóse una lucha de muerte entre amos y colonos; lucha que llevó á Rizal, amantísimo de su familia, á las más exaltadas exageraciones, según se verá más adelante. Por ahora sólo conviene que conste que la circunstancia de haber nacido en Calamba influyó poderosamente en sus ideas y escritos.
Dicen[3] que á los tres años «comenzó sus estudios» bajo la dirección de sus padres, que le dieron una educación «sana y sólida», según el citado Sr. Santos. «Su estro poético (se lee en La Independencia) dióse á conocer cuando sólo contaba ocho años de edad, con
- ↑ Entre 1803-1806, en que escribió y dejó inédito un notable libro de viajes el ilustrado agustino P. Martínez de Zúñiga, titulado Estadismo de las Islas Filipinas. Lo sacó á luz el que esto escribe, profusamente ilustrado, en 1893, en dos tomos. — Véase el I, páginas 179-180.
- ↑ Las palabras subrayadas, sin duda las añadió después el Autor. Ya queda dicho que su obra permaneció inédita desde 1806 hasta 1893.
- ↑ La Independencia, número extraordinario fechado en Malabón, á 25 de Septiembre de 1898; periódico diario que fué órgano de la fugaz República Filipina. Dirigíalo Antonio Luna, y lo redactaron las plumas más brillantes de la juventud tagala. Dicho extraordinario, consagrado íntegramente á Rizal, es todo anónimo. Pero gracias al Sr. Epifanio de los Santos, sabemos que el articulo biográfico «José Rizal» lo escribió el Director; «Rizal, médico», Salvador V. del Rosario; «Como poeta», Fernando María Guerrero; «Rizal, poliglota», M. V. del Rosario (Tito-Tato), y «En la novela», Epifanio de los Santos.