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VIDA Y ESCRITOS DEL DR. RIZAL

«Del resumen de este expediente se adquiere el convencimiento moral [¡Ah! ¿Y basta el «convencimiento moral»?]:

»Primero: Que el Dr. Rizal, con la publicación de sus obras «Noli me tángere», «Anotaciones á la Historia de Filipinas de Morga» y «El Filibusterismo», y con una serie interminable [?] de folletos, proclamas é impresos de todo género contra la Religión, los Frailes y las Autoridades españolas [menos mal que no dice contra España], viene inculcando en el pueblo filipino la idea ostensible de expulsar á las órdenes religiosas, como medio más o menos oculto [?] de obtener la independencia de este territorio. [No eran entonces pocos los peninsulares partidarios de la expulsión de los frailes (que nunca pidió en absoluto Rizal), por considerarles el mayor daño para la prosperidad de España en Filipinas.]

»Segundo: Que se adquiere también el convencimiento moral [solamente moral] de que el objeto de que el inopinado viaje de Rizal á Manila, después de algunos años de voluntaria expatriación, no fué otro que el de infundir alientos á sus adictos, para que, perseverando en sus ideas, prosiguieran afanosos los trabajos subversivos y de constitución de logias masónicas, como centros de propaganda y recaudación de fondos, y el más ostensible de allegar recursos y reclutar gentes para establecer en Borneo una peregrina (sic) Colonia tagala modelo, inclinando hacia dicha isla una corriente de emigración filipina, que de realizarse hubiera resultado funesta en todos conceptos á los intereses de este país. [¡Pues si Rizal se llevaba sus amigos á Borneo, quiénes en Filipinas iban á hacer la Revolución?]

»Tercero: Que para la propaganda de las doctrinas de Rizal y para la dirección de los trabajos derivados de ella, existían establecidos y reglamentados tres Centros principales situados en Madrid, Hong-Kong y Manila. [El de Madrid, dirigido por M. H. del Pilar, disidente de Rizal; el de Hong-Kong, dirigido por J. Bassa, desde mucho antes de que Rizal se dedicase á propagandista; y los de Manila… ¡dependientes de los de Madrid y Hong-Kong!]

»En otro expediente reservado que obra en esta Secretaría, acerca de los trabajos masónicos y antipatrióticos que en 1895 se llevaban á cabo en la provincia de Batangas, consta también que Rizal era considerado [¿y qué culpa tenía él?] como jefe del movimiento ya descaradamente separatista de aquella provincia; que su retrato se repartía y enseñaba como el de un libertador de la raza filipina [que vivía hecho un burgués pacífico en Mindanao], mártir del despotismo español [gran verdad, en efecto], y que se mandaban fondos para facilitarle la fuga de Dapitan [y él, sin embargo, no quiso nunca fugarse], con el objeto de que dirigiese más fácilmente desde el extranjero