Revista de la semana del No. 35, 1869

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​El Museo Universal​ (1869)
Revista de la semana del No. 35, 1869
 de N. C.


REVISTA DE LA SEMANA.

P

oca novedad ofrecen las últimas noticias políticas del estranjero. Siguen las naciones europeas consumiendo inmensos recursos en el sostenimiento de una paz armada, tal vez mas ruinosa que la misma guerra; pues ésta en la época actual, no puede ser de larga duracion, mientras aquella se prolonga indefinidamente. Rusia aumenta su armada con buques acorazados, y alecciona sin cesar los cuadros de su ejército, no perdiendo de vista su constante aspiración de poseer algún puerto en el Mediodía, y esperando á que circunstancias favorables le permitan realizarla. Entre tanto dilata más y más su vastísimo territorio por e Norte de Asia con posesiones que antes fueron de los Estados-Unidos, y que ha logrado anexionar mediante tratados diplomáticos, donde se establece la indemnización ó llámese precio de las comarcas adquiridas.

Prusia y Francia se observan con recelo y mal disimulada animadversión, á pesar de sus protestas de amistad; animadversión que ha estado distintas veces y por diversos motivos á punto de estallar, encendiendo en el centro de Europa una lucha colosal, en que á su vez se verían envueltas otras potencias de segundo orden. Esta conflagración, según opinan los más entendidos astrónomos del cielo de la política, se halla alejada por el pronto y aplazada para un día mas ó menos próximo; pero no evitada, pues subsisten las causas que súbitamente pueden producirla.

Algo y aun algos ha dado que pensar al gabinete de Berlín la actitud del gran ducado de Badén en las últimas elecciones de senadores, cuya mayoría es declaradamente hostil á la conducta política de Prusia. Esta nación no puede menos de ver con sorpresa un resultado semejante, cuando en época todavía próxima influía lo bastante en el cuerpo electoral del vecino ducado para no temer un éxito contrario á su intereses.

Por otra parte, mientras Francia verifica sus ensayos guerreros en el campo de Chalons y distribuye premios á los inventores de armas mortíferas, que á pesar de sus conatos destructores han de terminar por ser grandemente útiles á la humanidad haciendo imposible la guerra á fuerza de horrores, Inglaterra conserva prevenidas para todo evento sus costosísimas fortificaciones del litoral, dotándolas con artillería de enorme calibre; como si su numerosa y bien pertrechada escuadra, cuyo respetado pabellón ondea en todos los mares, no fuese su mejor y más inexpugnable defensa. El consejo de los antiguos oráculos advirtiendo á los atenienses que su mayor seguridad consistía en murallas de madera, aludiendo los buques, ciertamente puede aplicarse con no menor oportunidad á los ingleses.

No descuida Italia por su parte en aumentar cuanto sus recursos lo permiten su contingente nava, dándose órdenes repetidas por el ministerio de Marina para activar los trabajos de los buques de guerra en construcción, asegurándose que á principios del año venidero habrá tenido su escuadra un considerable refuerzo. Anúncianse las memorias políticas del almirante Persano, de las cuales se asegura que han de contener datos curiosísimos sobre muchos acontecimientos y personajes contemporáneos; hallándose también en ellas una relación minuciosa y comprobada con muchos documentos para que pueda formarse cabal idea del combate marítimo en que fue vencido por el almirante austríaco Thegetoff. No dudamos que estas memorias despertarán la atención y aun habrán de promover calurosas réplicas por parte de algunos personajes.

Al hablar de los últimos acontecimientos de nuestro pais, no podemos menos de citar en primer término la dolorosa pérdida experimentada con la muerte del contra-almirante don Casto Mendez. Nuñez. En el lugar correspondiente de nuestro semanario publicamos el retrato y un artículo biográfico y necrológico de tan insigne marino. Como tributo justo á su mérito, ha dispuesto el almirantazgo que se trasladen sus restos al panteón de marinos ilustres; que el uniforme que llevaba el 2 de mayo de 1866 cuando cayó herido sobre el puente de la Numancia, sea depositado en el Museo Naval junto aquel vestía Gravina en el combate de Trafalgar, y que la insignia que á bordo do dicha fragata arbolaba el dos de Mayo durante el obstinado combate del Callao, se traslade al Museo, como recuerdo de una acción tan gloriosa para España.

Por la marcha del general Prim á los baños del extranjero, ha quedado interinamente encargado de ministerio de la Guerra el señor ministro de Marina, cuya renuncia del empleo de contra-almirante, que hace poco le fue conferido, es una prueba más del desinterés y la excesiva delicadeza de su carácter. Y decimos excesiva, porque dicho empleo le corresponde en rigorosa justicia, pues reúne todos los requisitos legales para obtenerlo.

En vista del infeliz resultado que ha venido á proporcionar un nuevo y solemne desengaño á los partidarios del absolutismo y de don Carlos, puede esperarse razonablemente que no será turbada la tranquilidad interior, al ménos por ahora; pues aunque al don Cárlos, ó más bien, según dicen, su esposa dona Margarita no cesa de trabajar en sus pretensiones, no so allegan hombres y millones de repente, sino con tiempo y constancia, y ahora les será muy difícil después de los repetidos golpes que su causa ha experimentado, más todavía en el concepto público, que en los campos de batalla. Los carlistas vagan desanimados y escasos de recursos, lamentando muchos de ellos la ligereza con que, alucinados por lisonjeros ofrecimientos que no han visto realizados, abandonaron sus casas y el suelo de su patria. En cuanto á doña Isabel, según aseguran las últimas y más autorizadas correspondencias, se mantiene firme en no abdicar y n quiere, que le hablen de ello; pues los mismos hombres que la han llevado á la situación en que hoy se encuentra, siguen obteniendo su confianza y fomentan su ceguedad, presentándola como muy probable y aun próxima su restauración en el trono que antes ocupaba. Parece -que el voluble César francés no la dispensa ya la decidida protección y las consideraciones de que tantos testimonios la prodigaba estos últimos dias. Respecto de los partidarios del ex-príncipe Alfonso, han elegido entre otros medios de llevar su candidato adelante e de suponer infundadamente que parte del gabinete actual desea proclamarlo como rey bajo la tutela de algunos personajes importantes de la situación, para lo cual Sólo faltan por arreglar algunos puntos de importancia muy secundaria.

Casi en su totalidad la prensa ha desmentido semejante especie, sin duda vertida para formar atmósfera, como ahora se dice; manifestando que nada más lejos del gabinete actual que esta semi-restauracion; y que después del periodo revolucionario porque acaba de atravesar el país, se necesita una mano inteligente y firme para manejar las riendas del Estado, y no las -débiles manos de un niño; recordando además con testimonios históricos de distintas épocas cuán funestas han sido siempre las minoridades para la prosperidad y buen gobierno de España.

Otro de los sucesos que más han despertado la atención pública es la circular expedida á los prelados, con motivo de la actitud declaradamente hostil del clero á los principios liberales. Conceptuamos improcedente semejante circular; debiendo limitarse el poder ejecutivo á castigar á los rebeldes y perturbadores según la ley, sin distinción de clases n categorías. Por otra parte no tiene autoridad el gobierno para ordenar que publiquen pastorales los arzobispos y obispos, siendo potestativo en estos, según los cánones y disposiciones eclesiásticas, el darlas cuando lo juzguen más conveniente para la buena disciplina y régimen de sus delegados y feligreses. En lo que no han estado muy cuerdos los prelados es en asegurar, salvo alguna insignificante escepcion, que en sus respectivas diócesis ningún sacerdote ha tomado las armas, ni hecho causa común con los carlistas: cuando por los papeles públicos y documentos oficiales consta de una manera indudable lo contrario; por cuya ocultación pudiera dirigírseles un cargo severo.

Dejando la política para sus apasionados, pasaremos una rápida ojeada sobre los espectáculos públicos, aunque nada nuevo, por desgracia, haya que decir de ellos. Siguen las bufonadas y mamarrachos cómicos dando que reir al público y corrompiendo su gusto artístico; sigue el indispensable can-can, siendo el obligado fin de fiesta de tales representaciones y Siguen, por último, en el más lamentable olvido las producciones de nuestros buenos poetas dramáticos. En digna competencia con semejantes funciones, no 1 dejan de atraer bastante concurrencia las pantomimas cómico-histórico-gimnástico-ecuestres de los circos, donde además se verifican los ejercicios de los tres trapecios, el salto de los aros, los equilibrios, con otras novédades ejusdem furfuris.

Los conciertos musicales, ejecutados con notable acierto y maestría, proporcionan grato solaz á sus apasionados, siendo de lamentar que no se vean más concurridos; en lo cual tal vez tengan no pequeña parte los precios de entrada y la insistencia con que ciertas composiciones se repiten; pues aunque son de relevante mérito, el público ama la variedad y gozaría más escuchando obras nuevas.

La literatura, absorbida hoy casi completamente por la política, apenas dá de su existencia alguna muestra que aparece y desaparece sin llamar la atención, cualquiera que sea su mérito; pues las circunstancias actuales hacen que la multitud sólo se fije en la vida pública y sólo busque con avidez las emociones fuertes.

Esperamos confiadamente en que lucirán dias más serenos para la literatura y las artes, comprimidas hoy por la indiferencia general en sus manifestaciones, y que entonces sabrán colocarse á la altura que deben alcanzar, según la ilustración y los adelantos del siglo.

N. C.