Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1827/Sesión del Congreso Nacional, en 22 de junio de 1827

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Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1827)
Sesión del Congreso Nacional, en 22 de junio de 1827
CONGRESO NACIONAL
SESION 229, EN 22 DE JUNIO DE 1827
PRESIDENCIA DE DON DIEGO JOSÉ BENAVENTE


SUMARIO. —Cuenta. —Aprobacion del acta de la sesion anterior. —Renuncia de don Manuel Novoa. —Juicio de compromiso entre el Fisco i los empresarios del Estanco. —Tramitacion por la mesa de los asuntos despachados. —Entrega de la Secretaría.—Clausura del Congreso. —Acta. —Anexos.

CUENTA[editar]

Se da cuenta:

De un oficio de don Manuel Novoa, quien renuncia el cargo de la Comision del Congreso. (V. sesion del 20.)

ACUERDOS[editar]

Se acuerda:

  1. Contestar al señor Novoa que, prorrogadas las sesiones para tratar eselusivamente del juicio de compromiso entre el Fisco i los empresarios del Estanco, el Congreso no puede discutir su renuncia. (Anexo número 493. V. sesion del 29 de Febrero de 1828.)
  2. Revalidar el compromiso para terminar las diferencias entre el Fisco i los empresarios del Estanco, e insertar en el acta el dictámen del señor Infante. (Anexo número 494. V. sesiones del 21 de Junio i del 3 i del 24 de Setiembre de 1827.)
  3. Autorizar al señor Presidente para que, en union del secretario, firme el acta de la presente sesión i despache las comunicaciones.
  4. Que la mesa consulte al Poder Ejecutivo sobre a quién i cómo debe hacerse la entrega de la Secretaria. (Anexo número 493. V. Cámara de Diputados i Cámara de Senadores en 31 de Enero de 1829.)
  5. Declarar clausurado el Congreso.

ACTA[editar]

Se abrió con los señores Albano, Benavente don Diego, Calderon, Donoso, Eyzaguirre, Fariñas, Fernández, García de la Huerta, Infante, Irarrázaval, López, Marcoleta, Meneses don Juan Francisco, Meneses don José Gregorio, Mena, Campos, Olivos, Pérez don José Joaquin, Sapiain, Santa María i Vera.

Aprobada el acta de la sesion anterior, se dió cuenta de la renuncia que hace el señor don Manuel Novoa del nuevo destino de indivi dúo de la Comision que dejó el Congreso (que se le habia confiado interinamente por la provincia de Concepcion), i discutido lijeramente este asunto, se resolvió que, habiendo acordado el Congreso prorrogar sus sesiones solo por el único objeto de tratar sobre el juicio de compromiso con los empresarios del Estanco, no se podia considerar la renuncia, i que así se le contestase por Secretaría.

Entró la Sala en seguida a la órden del dia i se leyeron los documentos del caso; declarado bastantemente discutido, se fijó la proposicion siguiente: "¿Se restituye el término del compromiso ajustado contra los empresarios del Estanco o nó?" Se votó i resultó aprobado el primer estremo.

El señor Infante, salvando su voto, pidió se insertase en el acta el dictámen que consta de los artículos siguientes (que habia manifestado en la primera vez que se trató este asunto, i que reiteraba en ésta):

"Art. 2.º Se nombra una comision compuesta de los ciudadanos don Juan de Dios Vial del Rio, don Rafael Correa, don Hipólito Villegas i del secretario don Juan Manuel Cobo para los objetos que se espresarán en los siguientes artículos.

"Art. 3.º Dicha comision liquidará la deuda de los empresarios (exijiendo los documentos que necesite), los llamará a su seno i les requirirá por su pago en la forma a que son obligados por la contrata.

"Art. 4.º Las cantidades que debieren cubrir en numerario, si espusieren no tenerlo, podrá la junta recibirles para su saldo especies de las estancadas a los precios en que las compraron i que harán constar de un modo fehaciente.

"Art. 5.º La junta nombrará comisionados de intelijencia i probidad para el reconocimiento de las especies estancadas que los empresarios deben en pago, para no admitir las que sean de mala calidad."

Concluido el acto para que únicamente habia el Congreso prorrogado sus sesiones, el señor Presidente consultó a la Sala si se reunia al dia siguiente para aprobar el acta de éste, i se acordó autorizándosele para que en union del secretario se firmasen i se despachasen las comunicaciones consiguientes a haber el Congreso cerrado sus sesiones, en virtud de la lei de 20 del corriente.

El secretario hizo tambien la indicacion de a quién i cómo entregaba la oficina de su cargo, i se acordó se consultase al efecto con el Poder Ejecutivo. En su consecuencia, se declaró que el Congreso cerraba sus sesiones, en cuyo acto el señor Presidente pronunció un discurso alegórico. —Benavente.


ANEXOS[editar]

Núm. 492 [1][editar]

Varios agoreros habian pronosticado desde el nacimiento de este Cuerpo su pronta destruccion, asegurando que al fin seria el pasto i alimento del enjambre de cuervos i buitres que le siguieron desde su formacion. La esperencia ha verificado el pronóstico.

Los dias 21 i 22 exhaló en sus últimos alientos el alma política que el soplo de la voluntad jeneral del Estado le inspiró, para colocarla en las manos de su creador, i las entrañas de este Cuerpo, arrojado sobre la inmundicia de la tierra, calma la desesperación del hambre de sus necrólogos.

El señor Infante, cuyos esfuerzos escollaron contra la preponderancia mortal de los males del Cuerpo, quiso al ménos atracar a la última voluntad del muriente la espresion de la restitucion de la industria nacional, insistiendo en la absoluta abolicion del Estanco. El señor Benavente se opuso, fundando la necesidad de continuar este establecimiento, imprecando los empeños del primero como efectos del interes de prolongar el Congreso. En su réplica hizo ver el señor Infante que el ánsia de concluir con esta aceleracion la Representacion Nacional, ántes de resolverse la mocion pendiente de la abolicion del Estanco i otras de grande importancia, era sin duda el interes de arrastrar en la muerte del Congreso la de todas las libertades, la de la industria i la de la accion misma del Estado. Al fin de su discurso, lleno de mui grandes verdades, una numerosa barra esprimió los trasportes de su patriotismo con un palmoteo jeneral. Tal fué el dia de la agonía de este Cuerpo.

El 22, que fué el de su muerte, se le advirtieron dolorosas convulsiones. El señor Presidente, don Diego Benavente, pronunció su oracion fúnebre, tomando por epígrafe la ineptitud del Congreso, probando que en un año de vida nada habia podido hacer. Concluida su alocucion, tomó el señor Infante la palabra para decir que, aunque él no presidia la Sala, era un diputado de la Nacion i era de su deber pronunciar que los primeros tres meses de la marcha del Congreso señalaba, la época de la dignidad, de la beneficencia; que las leyes dadas durante este tiempo serian un monumento glorioso, i que despues de este período comenzó la corrupcion que acabó con la vida del Congreso.

La barra repitió este dia iguales demostraciones que el anterior.


Núm. 493[editar]

El que suscribe tiene el honor de noticiar a US. que el mismo dia que recibió su apreciable nota (en que dimite el último destino), dió cuenta de ella al Congreso Nacional, el que acordó que, habiendo prorrogado sus sesiones al objeto de conocer sobre el juicio de compromiso con los empresarios del Estanco, no podía considerar dicha renuncia, i que así contestase por Secretaría.

En consecuencia, el que suscribe tiene el honor de devolver a US. su estimada nota i de comunicarle esta resolucion, protestándole sus consideraciones i aprecio. —Sala del Congreso, Junio 23 de 1827. —Al señor don Manuel Novoa.


Núm. 494[editar]

El Congreso Nacional, en sesion de 23, ha decretado lo siguiente:

"Se restituye el término del compromiso ajustado con los empresarios del Estanco."

El Presidente de la Sala tiene el honor de comunicarlo al Vice-Presidente de la República, reiterándole las protestas de su mayor consideracion i respeto. —Congreso Nacional, Junio 23 de 1827. —Al Excmo. Señor Vice Presidente de la República.


Núm. 495[editar]

Con fecha de ayer, ha acordado el Congreso Nacional cerrar sus sesiones, autorizando al que suscribe pira firmar el acta i despachar esta comunicacion, igualmente que la Secretaría, archivo i demas anexo a esta oficina se pongan a disposicion del Poder Ejecutivo; mas, como sus trabajos no se hallan al corriente i hai algun rezago, necesita continuarlos hasta ponerlos en el estado indicado, cuya operacion absorberá los dias restantes del mes que es justo se le abone, dignándose V. E. decretar su pago.

El Vice-Presidente se complace de saludar a S. E., el de la República, i de reiterarle sus consideraciones distinguidas. —Sala del Congreso, Junio 23 de 1827. —Al Excmo. Señor Vice-Presidente de la República.


Núm. 496[editar]

En 9 del inmediato pasado, tuvimos la honra de dirijir a US. la nota que copiamos:

"El Fisco, despues de haber seguido autos con don Francisco Carrera por cobranza de cantidad de doce mil i mas pesos, perdió éste la instancia en la Iltma. Corte en junta de hacienda, de cuyo tribunal apeló a la Suprema Corte. Si allí se decidió algo a su favor o en contra, lo ignoramos; solo sí sabemos que los autos de la materia pasaron al Congreso Nacional para su última resolucion, de la que no tenemos noticia, i siendo asunto tan interesante al Erario, tenemos a bien hacerlo presente a US., a fin de que se sirva devolvérnoslos (si para ello no hubiese inconveniente), para pedir en su caso lo favorable a los intereses del Erario."

Nuestro cargo nos constituye responsables del cobro de deudas fiscales, i por ser de esta clase la del indicado Carrera, nos es de necesidad la recaudacion de los autos, o cuando ménos que se sirviese US. honrarnos con la contestacion de lo que haya en el particular.

Saludamos a US. con el mas distinguido aprecio. -Tesorería Jeneral, Santiago, Julio 30 de 1827. —José Ramon de Vargas i Verbal. —N icolas Marzan. —Señor Secretario del Congreso Nacional.


Núm. 497 [2][editar]


nota pasada por el diputado que suscribe a la asamblea de la provincia de aconcagua.


Llamada esa provincia por el órden político a fijar sus relaciones de conveniencia pública con sus co-estados de la República chilena, me honró de su confianza en esta eminente mision para acordar, en Congreso Jeneral con los representantes de la Nacion, aquellos pactos que la voluntad soberana de mis comitentes me inspiró tan consonante con los íntimos votos de mi corazon. Esa época parecía destinada por el cielo a la rejeneracion política de estas rejiones. El solo eco de la libertad resonaba en todos los ángulos del Estado. Los diputados llevaron a esta augusta reunion grabada en su alma la impresion de la voz jeneral, para pronunciarla entre los transportes de su entusiasmo en la lei del 11 de Julio último. Los rumores del interes i de las pasiones personales fueron a perderse en el grito majestuoso de la Nacion. Tal fué el primer movimiento de vida, que el aliento de la voluntad jeneral comunicó al Estado. ¡Mas, la vida política, así como la de un sér físico, es susceptible, desde su nacimiento, de accidentes mortales que tienden a su destruccion! Era necesario, en aquellos momentos, un supremo poder ejecutivo. La eleccion de este diputado ha sido la manzana de la discordia, en cuya circunferencia se han combatido todos los partidos i las pretensiones del interes privado para presentarse en triunfo, armados con el puñal sagrado, presididos del poder que ellos crearon, a asesinar la libertad pú blica. Es aquí que el estrépito de las pasiones se sustituyó a los acentos de la voluntad jeneral. Tal fué el segundo período de las tareas políticas de los representantes de la Nacion.

La converjencia de los intereses de una insolente aristocracia con todos los elementos del patriotismo, advirtió de los peligros que amagaban a la libertad i el partido encargado de su defensa redobló sus esfuerzos para contener el liberticidio. Las leyes del 8, 11, 17, 20, 26 i 29 de Julio i las de 17, 21 i 28 de Agosto son, ciertamente, otros tantos trofeos de la existencia política de la Patria, que honrarán para siempre la memoria de los campeones que supieron levantarlos sobre la cerviz erguida del enemigo público.

Estos progresos de la libertad eran demasiado eminentes para dejar de inspirar mortales alarmas de todas las clases aristocráticas a cuyo auxilio volaron las dos formidables instituciones góticas: los mayorazgos i Estanco. La supersticion política i relijiosa acompañada del influjo de los caudales, fueron dueños de la espada pública i se proclamó el sistema del monopolio del poder i de la industria nacional, como la opinion jeneral del Estado. La corrupcion i la venalidad se erijieron en principios. Los representantes se ofrecieron en almoneda, a discrecion, del Poder Ejecutivo. La Representacion vino a ser un triste simulacro. La lei del 11 de Julio era fatal a los intereses de una capital que es del emporio de las aristocracias. El sistema federal está fundado en la igualdad de la representacion política de los pueblos, cuya consecuencia natural es su engrandecimiento comun, su prosperidad i la riqueza nacional. No puede mirarse, por la capital i los cortesanos, sin desesperacion, un sistema que arranca a sus manos depradantes el fruto de las fatigas i de la industria de los pueblos, prodigados para mantener el fausto i el lujo, con que los satélites del poder insultan la miseria pública i el engrandecimiento de una metrópoli, cuyos museos, institutos, canales, tajamares, alamedas i demas establecimientos formados con el sudor i la sangre de los pueblos, se llaman obras del Estado, por ser las de Santiago.

El Congreso, en medio de su degradacion, era contenido por una voz incesante que señala ba al mundo las huellas de su depravada carrera. Fué necesario resolver la disolucion misma de este Cuerpo, para marchar sin temores a su fin. Es aquí que concitaron todos los elementos del interes particular, el de las clases privilejiadas i el del poder arbitrario, contra el interes jeneral. Las sesiones tenidas a este respecto, que se han publicado impresas i que he remitido en mi anterior comunicacion, habrán instruido en detalle de las ocurrencias difíciles de contener en el pequeño espacio de esta nota. La muerte política del Estado se ha fallado. La Representacion Nacional ha espirado a los golpes de los mismos brazos que los pueblos armaron de su poder para su defensa. Yo i seis de mis colegas, hemos retirado los nuestros de horror para ofrecerlos en toda su pureza a la defensa de la libertad comun.

La suerte del Congreso se ha hecho trascendental con la de las Asambleas provinciales, i estos hombres que han descuidado sus atentados con un pretendido respeto i temor por la opinion i juicio del Estado, han atacado con el mas impudente arrojo i con el último desprecio, el juicio solemnemente pronunciado por la Nacion que les destinó a la mision especial de constituirla. Han dejado la Nacion inconstituida, i convirtiéndose ellos en la Nacion misma, han nombrado un Senado o comision representante de la Nacion.

Tal es el último período que ha sellado la prevaricacion i el escándalo con que se ha hollado el respeto nacional. —Santiago, Junio 23 de 1827. —J. V. Marcoleta.


  1. Este documento ha sido trascrito del volúmen titulado Periódicos, El Pipiolo, tomo XIII, pájina 75, del archivo de la Biblioteca Nacional. (Nota del Recopilador.)
  2. Este documento ha sido trascrito del volúmen titulado Periódicos, El Pipiolo, tomo XIII, pájina 75 vuelta, del archivo de la Biblioteca Nacional. (Nota del Recopilador.)