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Discurso: 18 de agosto de 2007

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Buenos Días. En los últimos meses, fuerzas estadounidenses e iraquíes han dado fuertes golpes contra terroristas al-Qaeda y extremistas violentos en Anbar y otras provincias. En días recientes, nuestras tropas y aliados iraquíes lanzaron una nueva ofensiva llamada Phantom Strike (o Ataque Fantasma). En esta ofensiva estamos llevando a cabo operaciones específicas contra terroristas y extremistas que están huyendo de Bagdad y otras ciudades claves – para evitar que regresen o establezcan nuevas bases de operación. Los terroristas aún son peligrosos y despiadados – como vimos estas semana cuando masacraron a más de 200 inocentes yezidis, una pequeña minoría religiosa en el noroeste de Irak. Nuestros corazones se extienden a las familias de los muertos – y nuestras tropas irán en busca de los asesinos que cometieron este horrendo ataque.

Al tiempo que aumentamos las operaciones de combate para capturar y matar al enemigo, también estamos aumentando los Equipos Provinciales de Reconstrucción a fin de promover el progreso político y económico. Desde enero, hemos doblado el número de estos equipos, conocidos como PRT por sus siglas en inglés. Reúnen personal militar, civil y diplomático para ayudar a comunidades iraquíes a reconstruir infraestructura, crear empleos, y fomentar la reconciliación de abajo hacia arriba. Estos equipos actualmente están desplegados en todo el país, y están ayudando a los iraquíes a lograr ganancias políticas – especialmente al nivel local.

En la provincia de Anbar, por este tiempo el año pasado, los terroristas controlaban muchas áreas y brutalizaban a la población local. Entonces jeques locales se juntaron con fuerzas estadounidenses para expulsar a los terroristas de Ramadi y otras ciudades. Los residentes comenzaron a proporcionar inteligencia crítica y los miembros tribales se unieron a la policía Iraquí y las fuerzas de seguridad. Hoy en día, el consejo provincial en Ramadi está de regreso – y el mes pasado, con la ayuda de uno de nuestros PRT, oficiales provinciales re-abrieron partes del centro de gobierno que habían sufrido daños por la guerra. Treinta y cinco miembros del consejo local estuvieron presentes cuando el presidente llamó al orden su sesión inaugural.

Escenas similares están ocurriendo en otras partes de Anbar. Virtualmente toda ciudad y pueblo en la provincia ahora tiene un alcalde y un consejo municipal funcionando. El imperio de la ley se está restableciendo – y el mes pasado unos 40 jueces tuvieron una conferencia en Anbar para reiniciar juicios criminales importantes. En el pueblo lejano en el oeste del país llamado al Qaim, los líderes tribales se volcaron contra los terroristas. Hoy en día, esos líderes tribales encabezan la oficina del alcalde regional y el cuerpo de policía local. Nuestro líder PRT en el terreno informa que al Qaim está viendo nueva construcción, una actividad comercial creciente, y un número cada vez mayor de hombres jóvenes que se alistan en el ejército y la policía iraquí.

En otras provincias hay también señales de progreso de arriba hacia abajo. En Muthanna, una provincia en su mayoría Shia, el consejo local tuvo una reunión pública para escuchar de los ciudadanos cómo gastar su presupuesto y reconstruir sus vecindarios. En la provincia de Diyala, la ciudad de Baqubah re-abrió seis de sus bancos – proporcionando a los residentes capital muy necesario para la economía local. Y en la provincia de Ninewa, los oficiales locales han establecido una comisión para investigar la corrupción – con un juez local que tiene el poder para enjuiciar por fraude y actividades criminales organizadas.

Desafortunadamente, el progreso político a nivel nacional no ha estado a la par con el progreso al nivel local. El gobierno iraquí en Bagdad tiene muchas medidas importantes aún por atender – tales como reformar las leyes de des-Baatificación, organizar elecciones provinciales, y aprobar una ley para compartir los ingresos petrolíferos. Sin embargo, el parlamento iraquí ya ha aprobado unos 60 proyectos de ley – y a pesar de no haber en vigor una ley sobre ingresos petrolíferos, sí se están compartiendo los ingresos petrolíferos. El parlamento iraquí ha asignado más de 2 mil millones de dólares en ingresos petrolíferos para ser destinados a las provincias. Y el gobierno en Bagdad, encabezado por Shías, está compartiendo una porción importante de estos ingresos petrolíferos con líderes provinciales Sunii en lugares como Anbar.

Estados Unidos seguirá instando a los líderes de Irak para que cumplan con las metas que se han fijado. Sin embargo los estadounidenses pueden sentirse alentados por el progreso y la reconciliación que se están llevando a cabo a nivel local. Un político estadounidense una vez observó que “toda la política es local”. En una democracia, con el tiempo, la política nacional refleja las realidades locales. Y a medida que ocurra la reconciliación en las comunidades locales a lo largo de Irak, ayudará a crear las condiciones para reconciliación en Bagdad también.

Gracias por escuchar.


Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.