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En el Gran Día

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Domingo 30 de Julio de 1916 El DIA

Editorial

En el Gran Día

Las líneas de batalla están tendidas. –Con la libertad y el voto se dirimirá hoy, en toda la República, el magno pleito de la reforma. –Las masas ciudadanas chocarán, al fin, en las urnas para disputar la victoria de su mejor derecho en una democrática querella sin sangre. –Nadie podrá considerarse desprovisto de garantías para votar. –La ley protege y respeta todas las voluntades en pugna. –Vencerá el que sea más fuerte, el que más sufragios aporte a determinada causa. –El Partido Colorado, desde el gobierno, ha dado a todos los ciudadanos la irreprochable seguridad de que no hay privilegios ante la igualdad soberana del derecho público. –Ha dictado la ley que ha de regir en la prueba cívica, con un alto concepto de su responsabilidad, inspirado en el propósito superior de poner a todos los partidos en aptitud, de ganarse con su prestigio el triunfo de sus ideas y de ser respetado en el ejercicio de sus derechos. –Con la inscripción obligatoria, la impresión digital y el voto secreto, ha hecho imposible el fraude, subrayando así la imbanderiza sinceridad de sus móviles y de sus principios y su decisión irreductible de que el electorados se pronuncie inequívocamente sobre las fundamentales cuestiones que han sido sometidas a su sanción patriótica.

Las pasiones sobrexcitadas por el agravio ancestral y el despecho burocrático, desconocen hoy esa obra de alto aleccionamiento cívico y de insuperable lealtad política de un partido de gobierno que renuncia a todas las ventajas de sus recursos y de sus posiciones, legítimamente adquiridos, para armar al País, sin distinciones de banderías, con armas iguales, de idéntica eficacia, que le permita concurrir a los atrios, confiado y optimista, dispuesto a hacer prevalecer el derecho de los más sobre los menos, sean quienes fueren unos u otros.

Y ese rasgo de superioridad moral es tanto más digno de ser señalado cuanto mayores son las fuerzas que se conjuran para impedir el triunfo de los ideales de nuestro partido. –Su vitalidad democrática extraordinaria se pondrá a prueba hoy, una vez más, en condiciones de excepcional importancia. –Los adversarios, nacionalistas y no nacionalistas, se proponen de todos modos, con ahíncos febriles, ser más que nosotros en esta hora decisiva. –Aún dentro de nuestro partido, voces anárquicas y maniobras subterráneas, propenden a debilitarnos, a restarnos votos, a sugestionar y dividir para hacernos menos fuertes. –Contra todos ellos hay que estar al quite, contra todos ellos hay que prepararse, contra todos ellos hay que oponer la unidad de nuestra disciplina y la voluntad histórica de vencer. –Cuantos más sean los enemigos, más honroso y esforzado será nuestro triunfo. –Triunfo impersonal, inegoísta, amplio y patriótico, porque el Partido Colorado, hoy como ayer y como siempre, se propone realizar una obra nacional, al poner todos sus grandes empeños en la reforma de la Constitución, para hacerla mejor, para adaptarlas a normas más perfectas de democracia y de progreso, para ponerla a la altura de ideales más altos de libertad política, para impedir el despotismo, destruir el germen de todos los conflictos sangrientos con la supresión de las presidencias codiciadas como desiderato de todas las ambiciones de asecho y para erigir sobre las ruinas de las instituciones fracasadas en ochenta años de disputas guerreras y de reacciones deplorables, investida de todos los derechos de decisión y de control, la voluntad soberana del pueblo!

Es necesario que no solo los clubs y las corporaciones militantes de nuestro Partido, hagan oír su voz y sentir su esfuerzo en este gran día electoral para aumentar el numero de nuestros votos. –Es necesario que cada uno de nuestro correligionarios colegialistas, se convierta fuera de los clubs, en la calle, en el café, en su casa, en todas partes, en un factor propaganda, para que no haya engaños, remisos, indiferentes, apáticos que dejen de cumplir su deber. –Por medio del razonamiento, del convencimiento, del consejo intimo, se despejan dudas, se disipan mal entendidos, se sacuden perezas y se estimulan voluntades. -¡Muchos aprovechan la ignorancia y la apatía de los nuestros para pintarles las cosas de un modo contrario al interés del Partido, engañarlos! –Los arrepentidos y los sugestionados podrían, con su ausentismo o con sus votos, decidir la derrota de la causa y, con ella, el fracaso de ideales nobilísimos de regeneración democrática que todos los hombres libres deben auspiciar!

¡Que no quede hoy un colorado, capaz de sentir el amor a su vieja enseña vencedora, consecuente con la liberalidad de su tradición y con la modernidad de sus principios, sin contribuir con su sufragio a la obra generosa de hacer más perfecta y más libre la organización institucional de la República!

¡Hoy, como ayer y como siempre, donde flamea la bandera roja, símbolo de sacrificio y de epopeya, deben estar los ciudadanos que aspiren a la grandeza moral y material de la patria de todos!

¡El Partido Colorado reclama el voto de todos sus afiliados, en este día histórico del comicio constituyente, para afirmar sus derechos al gobierno, y con la consagración de una nueva mayoría ciudadana y para realizar, en nombre de ella, en beneficio del país, los supremos postulados de una nueva democracia, más libre y más fuerte!.