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Página:120 años de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.djvu/8

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Biblioteca del Congreso Nacional
 

digital, han reinventado constantemente su modo de estar y de aparecer en la sociedad, para dar origen y preservar la memoria colectiva, como repositorio de los compromisos de la humanidad y constituyéndose como herramientas de atisbamiento y construcción de futuro.

Hasta la aparición de la imprenta, las bibliotecas eran organizaciones centrípetas donde el autor y el productor, que hacía uso de la tecnología disponible, compartían espacios comunes, donde saberes distintos confluían para tejer la historia y la cultura. La imprenta produjo un movimiento centrífugo, al irradiar hacia el colectivo mayor de la sociedad la palabra impresa y las nuevas oportunidades que con ella se proyectaban, al diferenciar la labor de autores, impresores y editores.

Hoy el mundo digital nos permite, con una vitalidad nunca antes alcanzada, unir nuevamente los valores tradicionales de las bibliotecas. Autores, editores y productores constituyen, otra vez, comunidades interactuantes, más plásticas y reticulares que en el pasado, gracias a una experimentación de las relaciones que se configuran y desconfiguran al mismo tiempo.

Al asumir, hace dieciséis meses, mi puesto como Directora, fui invitada a realizar en la Institución los saltos coherentes con los cambios paradigmáticos que la globalización y la revolución tecnológica han instalado en el mundo. Los efectos de los actuales modelos se expresan, como nunca antes en la historia, en cada dimensión de los individuos, de las instituciones y de las colectividades, a través del desarrollo de nuevos roles e identidades, de formas inéditas de trabajar, de nuevas formas de relacionarse. En otras palabras, el mundo se ve afectado por una modificación perentoria del sentido común tradicional, manifiesta, entre muchos fenómenos, en el traslado del foco de atención desde un mundo de objetos, con dominios y usos específicos, a otro de redes humanas en incesante interacción, donde los roles se reinventan, y los objetos adquieren nuevos modos de instrumentarse, particularmente, mediante la agregación de valor.

Quiero compartir con ustedes las reflexiones que han determinado nuestra orientación en ese sentido y las preguntas que nos hemos planteado desde el inicio. ¿Cuál debe ser nuestro modo de estar, de aparecer, en el mundo de nuestros parlamentarios? ¿Qué Biblioteca es necesario que maduremos para generarle valor a nuestra audiencia?

Desde estas preguntas nos estamos observando a nosotros mismos y a nuestras principales comunidades con otra mirada y a escuchar de un modo distinto a los parlamentarios.