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Página:Alexander von Humboldt - Cosmos - Tomo II.djvu/42

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A

cas, el poeta nos hace pensar enlashojas que se marchitan, en las aves que enmudecen, en el sembrado oculto por la nieve. Los mismos recuerdos se repiten incesantemente, si bien es-. presados, preciso es reconocerlo, con encanto y bajo formas mu y variadas. Walther de Vogelweide, lo mismo que Wolfram de Eschenbach, delos cualesno tenemos por desgracia sino muy pocas poesías líricas, son dignos ambos de ser citados el uno por su mayor sensibilidad, y el otro por su profundidad, como brillantesejemplosdela poesía caballeresca. »

«La cuestion de saber si el contacto con la Italia Meri— dional, ó con el Asia Menor, la Siria y la Palestina por las cruzadas, ha enriquecido la musaalemana con nuevas pin— turas, debe en general ser resuelta negativamente. No se advierte que el conocimiento del Oriente ha yadado otra dirección á la poesíade los Minnesinger. Los cruzados nunca se acercaron mucho á los Sarracenos, y no existieron relaciones activas ni aun entre los pueblos que combatian por la misma causa. Uno de los poetas líricos mas antiguos fué Federico de Hausen, que murió en el ejército de Barbaroja. Sus cantos recuerdan con frecuencia las cruzadas; no espresaban sin embargo mas que pensamientos relig10sos, y el pesar de hallarse separado de su amada. Así es que nunca encuentra ocasion de decir una palabra acerca de la Naturaleza que le rodeaba, como tampoco los demas que tomaron parte en la cruzada, tales como Relmar el anciano, Rubin, Reidhart y Ulrico de Lichtenstein. Parece que Reimar hizo la peregrinacion de la Siria, acompañando al duque de Austria Leopoldo VI. Quéjase de que el recuerdo de su patria no le deje momento de reposo y le separe del pensamiento de Dios. Alguna vez, únicamente, habla de las datileras, y siempre á propósito de las ramas de palmera que llevaban 4 la espalda los peregrinos. No recuerdo tampoco que la admirable naturaleza de Italia haya escitado la fantasia de los Minnesinger, que atravesa-