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Paul. Ello dirá.
Arc. No vacile usted más. ¡Si yo la convengo á us- ted, si convengo á su tía! Para usted seré un buen esposo, y para ella un buen sereno.
Pául. ¿Qué le parece á usted, tía"?
Isab. Sí, hija, sí; un hombre en casa es de mucho provecho.
Paul. (A Arcadio.) Pues siéntese usted á almorzar.
Arc. ¡Oh, gracias! (Dando voces.) ¡Felipe! ¡Otro cu- bierto! (Felipe acude precipitadamente con un cu- bierto que ya tenía dispuesto y que coloca sobre la mesa.)
FIN