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DE MADRID A NAPOLES

dos y desfallecidos. Pasamos un hermoso Puente que une á Albano con Ariccia, desde el cual descubrimos una hermosa vista, que comprendía: una llanura suave y melancólica y un horizonte de mar. Limitaban el paisaje á la izquierda, los frondosos Montes Albanos, á cuya falda se veian blanquear mil fúnebres ruinas... hasta de ciudades enteras! — Gozamos luego de una sublime puesta de sol en el mar, bajo un pabellón de rojizas nubes, y, á la luz del crepúsculo, en el solemne silencio que nos rodeaba, contemplamos con infinita tristeza y honda compasión aquella tierra solitaria que íbamos cruzando, apestada y bella como la infortunada Pía, y en que no se notaban otras señales de vida que algunas piaras de búfalos revolcándose en el cieno de los fétidos pantanos.

Ya de noche, pasamos por Velletri, patria de Augusto, antiquísima ciudad, cuyas mujeres tienen reputación de muy hermosas, y donde, al decir de Puebla, que conoce palmo á palmo los alrededores de Roma, quedan muchos, muchísimos recuerdos de la ocupación española de 1849..,, tanto que los franceses, para embromar á aquellas beldades, las llaman Margaritas...; epigrama que no explicaré. — Allí mudamos tiro, y por cierto que el maestro de Postas nos declaró, casi con lágrimas en los ojos, que nuestra silla era la primera que pasaba por la ciudad después de la Noche-Buena. — También nos ha anunciado que probablemente no nos dejarán los Piamonteses cruzar la frontera napolitana; pero nosotros hemos seguido adelante: primero, porque tengo una carta para Cialdini; y segundo, porque en Roma nos han asegurado que hay armisticio entre los sitiadores y los defensores de Gaeta.

En las demás paradas los dueños de los albergos nos han pedido, como se pide una limosna, que entrásemos en sus establecimientos, que pasásemos allí la noche, ó que á lo menos hiciésemos algún gasto, pues se hallan en la última miseria á causa de la interrupción de las comunicaciones. — Los postillones, por su parte, al darnos las gracias por la propina, ó sea por la buona mano, nos han confesado que en todo el invierno no han comido más que achicorias.

Mas no se crea que semejante estado de indigencia se limita á los que viven de los forasteros. Todo el país pontificio presenta el mdsmo aspecto de desolación y ruina, no sólo á consecuencia de la guerra, sino porque sus habitantes fueron siempre tan pobres como su suelo, y tan apáticos y enemigos de trabajar como reacio su gobierno en emprender reformas y obras públicas. Asi es que, por donde quiera que hemos pasado, nos han acometido verdaderos enjambres de pordioseros, los cuales, dicho sea de paso también, y para satisfacción de lospoetas, nos tuteaban familiarmente, no por espíritu democrático de nuestros días, sino á la manera clásica, como los antiguos romanos tuteaban á sus señores, ó tal vez como los primitivos nazarenos, declarados hermanos por Jesucristo, se tuteaban entre si. — ¡Oh! Italia revela á todas horas su decrepitud... Italia es la horrura de un mineral fundido ya dos veces,.. Italia ha vivido demasiado para ser hoy feliz.