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Página:De la ortografia castellana.djvu/19

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DE LA ORTOGRAFÍA CASTELLANA

desventajas. No veo, pues, ninguna razon para abandonar el buen uso jeneral de Chile en favor del malo de España. Es verdad que se ha dicho que Chile no tiene el derecho de apartarse del uso comun de todos los pueblos hispanos, sancionado por la Real Academia Española. Pero tambien es verdad que la autoridad de la Academia no ha dejado de encontrar oposicion hasta en la misma España. Ademas, creo haber demostrado que la Real Academia Española, tal cual es actualmente, no merece ninguna autoridad lingüística. Yo considero como lastimoso i hasta vergonzoso que notables literatos americanos, que no ceden nada en ilustracion al término medio de los «Individuos de número», hojeen dia por dia el Diccionario mas incompleto de la Lengua para cerciorarse de si la Real Corporacion Madrileña, que padece de una lamentable estrechez de miras i de absoluta falta de conocimientos lingüísticos, les permite o nó emplear tal o cual palabra usada acá todos los dias. Los americanismos existen i siempre existirán por la inflexible lei de la necesidad histórica; no se deben a caprichos ni a incompentencia, como a esas dos fuentes se deben las omisiones del Diccionario de la Real Academia. Si los americanos deben aprender centenares de españolismos para entender obras españolas, ¿por qué no han de aprender los españoles los americanismos? I si los Españoles no quieren leer nuestros libros americanos porque estan impresos en ortografía herética, que no se dobla ante la Real Inquisicion Académica, ¡tanto peor para ellos! Los chilenos no les pagaremos en la misma moneda; leeremos los libros buenos que nos lleguen de España, aunque nos molesten un poco los tantísimos á é ó con acentos, i tenemos la ventaja de que no necesitamos temer que los libros de España nos echen a perder nuestra ortografía fundada en reglas sencillas i lójicas.

Tan seguro como es el progreso continuo de la humanidad, tan seguro es que, tarde o temprano, los otros pueblos españoles i España misma adoptarán la ortografía mas razonable que nació en Chile. Volver atras, aceptar i prescribir para la enseñanza del Estado la ortografía irrazonable i difícil de la Real Academia Española, equivaldria a la confesion de que los chilenos todavía no han llegado a la madurez e independencia intelectual, o que son mui bonachones, pues aceptan lo malo de mano ajena donde solo tienen que guardar lo bueno en la propia.