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Página:Echague Memorias tradiciones.djvu/59

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MEMORIAS Y TRADICIONES


Se acerca el viajero, detiénese y luego prepara un Cigarro Pregunta y recibe respuestas y fuego; de sed casi ciego pide agua... y la obtiene servida en un jarro.


Ya sabe a lo imenos qué leguas anduvo, ya sabe le esperan

jornadas tan serias como las que hubo cuando alientos tuvo,

mientras en su bruto las fuerzas cupieran.

Despídese y marcha ya regenerado con la agua bebida;

mas ¡ay! que en las sendas de un cerro elevado su bruto ya entrado, P

camina pujando, la fuerza perdida!

Suspéndese a ratos... resuella y espera que vuelva a cbligarle

la aguda rodaja con brusca manera, que el vientre por fuera

le hiere, y se tiñe de sangre al tocarle;

Ya falto de bríos, su aliento apurado, con lánguidos ojos

torna la cabeza del uno a otro lado buscando angustiado

el pie que le apura por nuevos arrojos;

Porfía el viajero, porfía imprudente, que el noble caballo

jamás el castigo sufriera paciente si altivo y valiente

pisara cual antes robusto en su cayo:

Los hechos pasados su raza acreditan: soberbio y fogoso

cruzó cien caminos que.pocos transitan, cien bosques que habitan

las fieras hambrientas en paso escabroso.

Mas vino a la pampa, dejóla vencida, al pie de una altura, la sed le exaspera, su fuerza es perdida, y a pronta caída, le intima el cansancio que agudo le apura.

y ahí queda parado con toda esa historia, cual héroe que obtiene

tras lucha porfiada brillante victoria, y al lado a su gloria,

la muerte traidora su paso detiene.

Sensible el viajero le observa y se apiada; calcula ese instante del crítico caso la fuerza extremada;