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sol, del cual imagen de oro se han hecho y á la cual adoran. Enseñarán adorarla también á los nuestros, y éstos venerarán, lo mismo que los demás hijos del inca, en esa imagen de oro no al sol, que nombran hacedor de todo el universo, sino la materia de que ese símbolo de su Dios se hizo, aquel amarillo y luciente metal que ya habrán aprendido á apreciar mediante la manifiesta codicia de los conquistadores incariales.

Tulcon. ¿Y ese Dios a quien los forasteros adoran, es quizá mejor que el nuestro, ya que á aquel cabe tanta pompa que al nuestro estamos negando?

Mareg. No te ofusquen pompas exteriores. Es el Dios de ellos un objeto solamente, una mera parte de todo el universo; el nuestro es todo lo que ves, y es el Dios de ellos parte sólo de nuestro Dios, de quien forman simples partes el cielo de astros tachonado, el aire, el agua, la tierra y todo lo que en ellos se encuentra. Pero nosotros no tenemos templos especiales en que le adoremos; es nuestro templo todo el mundo, sobre el cual la bóveda celeste se extiende. No hacemos con nuestras manos efigies del Ser Supremo, porque cada planta, cada flor, cada árbol, cada piedra, cada arroyo y cada sér viviente nos hace pensar en él, nos hace tener presentes siempre su grandeza, su omnipotencia y su paternal amor. Mas porque no tenemos templos como los forasteros del lejano norte, han dicho éstos que no creíamos en Dios, y que á causa de esto no teniamos moral, que éramos salvajes supersticiosos, faltos de civilización.—¡Ay de vosotros, huincas, que de supersticiosos nos tildáis! Veis los pequeños defectos en un pequeño numero de los nuestros pero mirad los vuestros y reconoced, que es un Andes la superstición de unos pocos de los forasteros al lado de la apenas perceptible excrecencia superstición chilena.

Tulcom. ¿Y á la tan decantada civilización qué interpretación le das?

(Pasa Colca. Mareguano le hace seña de acercarse. Llega Colca al lado de Mareguano, y éste le dice algo al oido, después de lo cual vuelve á desaparecer aquél.)

Mareg. ¿Civilización? (Meditando).—Civilización es un conjunto de costumbres y prácticas que por cierta convención tácita ha adquirido un pueblo que tiene el poder suficiente para compeler á otros pueblos menos poderosos á que hagan lo que él gusta de hacer. Y la verdad de lo que te digo, la tienes á la mano. A nosotros los chilenos, que merced á