Página:Los Césares de la Patagonia.pdf/180

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

estragos entre ellos. En tanto los soldados morían matando, el misionero, hincado de rodillas, encomendaba su alma á Dios. En esto una lanzada le atravesó el costado y cayó de bruces. Con sangre de la herida trazó Mascardi una cruz en el suelo, la besó y quedó muerto.

Como si con su muerte quedaran satisfechos los indios, empezaron á replegarse, acabaron de levantar sus toldos y el mismo día se perdieron de vista. Los pocos españoles que quedaron con vida enterraron á sus camaradas muertos, improvisaron una cruz sobre la fosa común y, haciéndose de algunos caballos que vinieron á la querencia, emprendieron la vuelta á Nahuelhuapí

Intenso y sincero fué el sentimiento que produjo en la misión la muerte del ilustre mártir.

Informado del suceso el gobernador de Chile, despachó seis soldados que, penetrando en la tierra, dieron con el cuerpo del santo padre y con los ornamentos y vasos sagrados de su pertenencia, y atravesando otra vez la cordillera, lo entregaron todo en Concepción, donde se enterró al misionero.

Esto prueba la veneración en que se tenía al Padre Mascardi.