A secreto agravio, secreta venganza/Jornada 2/Escena I

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Jornada segunda

Escena primera

Sala en casa de Don Lope en Lisboa.

SIRENA, MANRIQUE.

MANRIQUE

Sirena de mis entrañas,
que para aumentar mi pena
eres la misma Sirena,
que enamoras y engañas:
duélate ver el rigor
con que tratas mis cuidados;
que también a los criados
hiere de barato amor.
Dame un favor de tu mano.

SIRENA

Pues ¿qué puedo darte yo?

MANRIQUE

Mucho puedes; pero no
quiero bien más soberano
que aquese verde listón,
con que yaces declarada
por dama de la lazada
o fregona del tusón.

SIRENA

¿Una cinta quieres?

MANRIQUE

Sí.

SIRENA

Ya aquese tiempo pasó,
que un galán se contentó
con una cinta.

MANRIQUE

Es así;
pero si yo la tuviera,
desparramando concetos,
mil y ciento y un sonetos
hoy en tu alabanza hiciera.

SIRENA

Por yerme tan soneteada
te la doy; y vete ahora,
porque viene mi señora.

(Vase Manrique.)