Ir al contenido

Naufragios/37

De Wikisource, la biblioteca libre.

[ fol. lij. ]

Capitulo treynta y siete :
delo que acontescio quando me quise venir.

D

Espues que descansamos en Mexico dos meses yo me quise venir en estos reynos : y yendo a embarcar en el mes de Octubre, vino una tormenta que dio con el navio al traves, y se perdio. Y visto esto acorde de dexar passar el invierno, porque en aquellas partes es muy rezio tiempo para navegar en el : y despues de passado el invierno por quaresma nos partimos de Mexico Andres Dorantes y yo para la vera cruz para nos embarcar, y alli estuvimos esperando tiempo hasta Domingo de ramos que nos embarcamos, y estuvimos embarcados mas de quinze dias por falta de tiempo. Y el navio en que estavamos hazia mucha agua. Yo me sali del y me passe a otros de los que estavan para venir y Dorantes se quedo en aquel. Y a diez dias del mes de Abril partimos del puerto tres navios, y navegamos juntos ciento y cinquenta leguas : y por el camino los dos navios hazian mucha agua, y una noche nos perdimos de su conserva : porque los pilotos y maestros (segun despues parescio no osaron passar adelante con sus navios, y bolvieron otra vez al puerto do avian partido sin darnos cuenta dello ni saber mas dellos : y nosotros seguimos nuestro viaje. Y a quatro dias de Mayo llegamos al puerto de la Havana, que es en la ysla de Cuba, a donde estuvimos esperando los otros dos navios, creyendo que vernian hasta dos dias de Junio que partimos de alli con mucho temor de topar con Franceses que avia pocos dias que avian tomado alli tres navios nuestros. Y llegados sobre la ysla de la Belmuda nos tomo una tormenta que suele tomar a todos los que por alli passan. La qual es conforme a la gente que dizen que en ella anda, y toda una noche nos tuvimos por perdidos. Y plugo a dios que venida la mañana cesso la tormenta y seguimos nuestro camino. A cabo de veynte y nueve dias que partimos de la Havana aviamos andado mil y cien leguas, que dizen que ay de alli hasta el pueblo de los açores. Y passando otro dia por la ysla que dizen del Cuervo dimos con un navio de Franceses : a hora de medio dia nos començo a seguir, con una caravela que traya tomada de Portugueses : y nos dieron caça : y aquella tarde vimos otras nueve velas, y estavan tan lejos que no podimos conocer si eran Portugueses o de aquellos mismos que nos seguian. Y quando anochescio estava el frances a tiro de lombarda de nuestro navio : y desque fue escuro, hurtamos la derrota por desviarnos del : y como yva tan junto de nosotros nos vio y tiro la via de nosotros, y esto hezimos tres o quatro vezes : y el nos pudiera tomar si quisiera sino que lo dexava para la mañana. Plugo a dios que quando amanescio, nos hallamos el Frances y nosotros juntos, y cercados de las nueve velas que he dicho que a la tarde antes aviamos visto, las quales conosciamos ser de la armada de Portogal : y di gracias a nuestro señor por averme escapado de los trabajos de la tierra y peligros de la mar. Y el Frances como conoscio ser el armada de Portogal solto la caravela que traya tomada, que venia cargada de negros : la qual traya consigo para que creyessemos que eran Portugueses, y la esperassemos, y quando la solto dixo al maestre y piloto della que nosotros eramos franceses y de su conserva. Y como dixo esto metio sesenta remos en su navio : y ansi a remo y a vela se començo a yr, y andava tanto que no se puede creer. Y la caravela que solto se fue al galeon : y dixo al capitan que el nuestro navio y el otro eran de franceses, y como nuestro na[ fol. liij. ]vio arribo al galeon : y como toda la armada via que yvamos sobre ellos, teniendo por cierto que eramos franceses se pusieron a punto de guerra y vinieron sobre nosotros : y llegados cerca les salvamos. Conoscido que eramos amigos, se hallaron burlados por averseles escapado aquel cossario, con aver dicho que eramos franceses y de su compañia, y assi fueron quatro caravelas tras el. Y llegado a nosotros el galeon despues de averles saludado, nos pregunto el capitan Diego de Silveira, que de donde veniamos, y que mercaderia trayamos : y le respondimos que veniamos de la nueva España, y que trayamos plata y oro. Y preguntonos que tanto seria. El maestro le dixo que traeria trezientos mil castellanos. Respondio el capitan : « Boa fee que venis muito ricos, pero trazedes muy ruyn navio y muito ruyn artilleria, o fide puta can a renegado frances, y que bon bocado perdio vota deus. Ora sus pois vos avedes escapado seguime, y non vos apartedes de mi que con ajuda de deus eu vos porne en Castela. » Y dende a poco bolvieron las caravelas que avian seguido tras el frances porque les parescio que andava mucho : y por no dexar el armada que yva en guarda de tres naos que venian cargadas de especeria. Y assi llegamos a la ysla tercera donde estuvimos reposando quinze dias tomando refresco y esperando otra nao que venia cargada de la india que era de la conserva de las tres naos que traya el armada : y passados los quinze dias nos partimos de alli con el armada y llegamos al puerto de Lisbona a nueve de Agosto bispera de señor sant Laurencio. Año de mil y quinientos y treynta y siete años. Y porque es assi la verdad como arriba en esta relacion digo lo firme de mi nombre. Cabeça de vaca. Estava firmado de su nombre y con el escudo de sus armas, la relacion donde este se saco.