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Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote del Mancha Tomo II.djvu/154

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Don Quijote.

lentía y en esto de acometer aventuras, créame vuesa merced, se- ñor Don Diego, que antes se ha de perder por carta de mas que de menos, porque mejor suena en las orejas de los que lo oyen: el tal caballero es temerario y atrevido, que no: el tal caballero es tími- do y cobarde.-Digo, señor Don Quijote, respondió Don Diego, que todo lo que vuesa merced ha dicho y hecho, va nivelado con el fiel de la mesma razon, y que entiendo que si las ordenanzas y leyes de la caballeria andante se perdiesen, se hallarian en el pe- cho de vuesa merced, como en su mesmo depósito y archivo: y dé- monos priesa, que se hace tarde, y lleguemos á mi aldea y casa, donde descansará vuesa merced del pasado trabajo, que si no ha si- do del cuerpo ha sido del ritu, que suele tal vez redundar en cansancio del cuerpo.-Tengo el ofrecimiento á gran favor y mer- ced, señor Don Diego, respondió Don Quijote; y picando mas de lo que hasta entonces, serian como las dos de la tarde cuando lle- garon á la aldea y á la casa de Don Diego, á quien Don Quijote llamaba el Caballero del Verde Gaban.