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Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos: Capítulo XLIII

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Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos
Capítulo XLIII: Observaciones sobre algunos verbos de uso frecuente

de Andrés Bello

1086 (a). No hay verbos de más frecuente uso que los dos por cuyo medio se significa la existencia directamente: ser y estar. Y de aquí es que son también los que más a menudo se subentienden.

1087 (b). Ya hemos visto que ser se junta con los participios adjetivos formando construcciones pasivas; estar, en combinación con los mismos, significa, no tanto pasión, esto es, la impresión real o figurada que el agente hace en el objeto, cuanto el estado que es la consecuencia de ella; de donde proviene que si en «La casa era edificada» la época de la acción es la misma del verbo auxiliar, en «La casa estaba edificada» la época de la acción es anterior a la época del auxiliar.

1088 (c). Es notable en el verbo ser la significación de la existencia absoluta, que propiamente pertenece al Ser Supremo: «Yo soy el que soy»; pero que se extiende a los otros seres, para significar el solo hecho de la existencia:

«Los pocos sabios que en el mundo han sido».

(Fray Luis de León)

Este uso de ser es enteramente desconocido en prosa, y apenas se encuentra en verso; pero tienen analogía con él ciertas locuciones frecuentísimas en que sirve de sujeto el anunciativo que: «Es que no quiero»; «Es que no se trata de eso»; «Si no fuera que teme ser descubierto»; «Sea que se le castigue o que no».

1089 (d). Además de ser y estar, ya en construcción intransitiva, ya refleja (y sin contar al impersonal haber, de que hablaremos luego), tenemos para significar la existencia varios verbos, a que en otras lenguas suele corresponder uno mismo; y de aquí es que, traduciendo de un idioma extranjero al castellano, se hace necesario expresarla ya de un modo, ya de otro, según los diferentes casos. Tales son hallarse, encontrarse, quedar, quedarse, verse, sentirse, ir, andar, andarse; «Se halla enfermo»; «Se encontró desprovisto de todo»; «Quedó sorprendido al oír la noticia»; «Se quedó callado»; «Se ve cercado de dificultades»; «Se siente embarazado, confuso, perplejo»; «Anda distraído»; «Ándase solazando» (el se pertenece el gerundio); «Ándase a mendigar» (el se pertenece al verbo); «Íbasele acabando la vida» (el se pertenece al gerundio, y el verbo no significa otro movimiento que el mero progreso de acabarse).

1090 (e). Es menester no es construcción impersonal, puesto que lleva en todas ocasiones un sujeto expreso o tácito: «Era menester haberlo visto»; «Es menester mucha paciencia»; «Eran menester muchas contemplaciones para no romper con él»; «Le reprendí, porque así era menester». En el primer ejemplo el sujeto es un infinitivo; en el último se entiende obviamente hacerlo. Menester es de suyo un sustantivo que significa cosa debida o necesaria, y que en estas construcciones se adjetiva, sirviendo de predicado a ser.

1091 (f). Haber significó en su origen tener, poseer, y todavía suelen resucitar los poetas este su primitivo significado:

«Héroes hubieron Inglaterra y Francia».

(Maury)

Pero aun en prosa restan no pocas frases en que haber no es un puro auxiliar, como:

1.º Haber por asegurar, arrestar: «No pudo ser habido el reo».

2.º Haber hijos, cuando el verbo es modificado por un complemento de determinada persona o matrimonio: «Los hijos que de Isabel la Católica hubo el rey don Fernando»; «Los hijos habidos en» o «de aquel matrimonio».

3.º Haber menester por necesitar: «Ha menester seiscientos marcos»; frase de todas las edades de la lengua, que extraño no encontrar en ningún diccionario.

4.º Haber a uno por confeso, por excusado, etc. (tenerle, reputarle, juzgarle).

5.º Haberse (portarse): «Conviene que te hayas como hombre que no sabe y oye, callando y preguntando a los que saben» (Granada).

6.º Varias frases idiomáticas que pueden verse en el Diccionario de la Academia.

7.º Bien haya, Mal haya, Que Dios haya, Que de Dios haya, frases optativas. «Bien haya la madre que tales hijos dio al mundo»; «Mal haya el que de tales hombres se fía»; «Fulano, que Dios haya» (a quien Dios tenga en gloria); «Fulano, que de Dios haya» (que tenga la gloria de Dios).

8.º «Ha muchos días», «Cuatro años ha» «Poco tiempo había», frases que se aplican al trascurso del tiempo (§ 343, a).

9.º «No ha lugar a lo que se pide», frase forense, en que lugar es acusativo.

10.º «Hay abundancia de granos, hubo recios temporales» (§ 343).

11.º «Hay que despachar un correo», «Había que dar cuenta de lo ocurrido», frase que se explicará en el siguiente capítulo.

12.º «Le hago saber a vuestra merced que con la Santa Hermandad no hay usar de caballerías» (Cervantes): donde no hay significa no vale.

No se dice hay por ha sino en las locuciones impersonales de los números 10, 11 y 12.

1092 (g). Tener, como vimos en otra parte (§ 317 y 318), sirve de auxiliar con el participio adjetivo y con el infinitivo. En el capítulo siguiente hablaremos de las construcciones tengo, tuve, tendré que, seguidas de infinitivo y parecidas por su composición y significado a las antes mencionadas hay, hubo, habrá que, diferenciándose unas de otras en que las del verbo tener se conjugan por todas las personas de ambos números, y las de haber carecen de sujeto, y sólo se usan en terceras personas de singular.

1093 (h). Cumple mencionar aquí el uso frecuente de hacer, que con el neutro lo en acusativo, reproduce otros verbos tomando su régimen: «No es extraño que de todos se burle el que de sí mismo lo hace»: el que de sí mismo se burla. Suele también ejercer este oficio reproductivo con el adverbio como, o con el complemento adverbial a la manera que, u otro semejante: «En viniéndole este pensamiento, le sobresaltaba tan gran miedo, que así se lo desbarataba, como hace a la niebla el viento» (Cervantes): desbarata a la niebla; pónese a en el acusativo, no tanto para distinguirlo del sujeto, como para que no se tome el verbo hacer en otro significado que el reproductivo.