A secreto agravio, secreta venganza/Jornada 2/Escena XVI

De Wikisource, la biblioteca libre.

Jornada segunda

Escena XVI

DOÑA LEONOR, SIRENA.

DOÑA LEONOR

¡Ay, Sirena! ¿Qué suerte
es ésta tan airada?
Estoy, desesperada,
por darme aquí la muerte;
pues ya es fuerza que tope
a don Luis escondido, ¡ay Dios!,
don Lope.
Él pensó que salía
por la puerta que entraba
a mi cuarto: allí estaba.
¿Mas por qué mi porfía
duda lo que ha pasado?
Ya le ha visto don Lope, ya le ha
hablado.
¿Qué haré? Irme no puedo;
porque en desdichas tantas,
oprimidas las plantas,
cadenas pone el miedo
de cobardes prisiones.
Toda soy confusión de confusiones.