Del cielo al infierno en un minuto

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Almanaque de espiritismo (1873)
Del cielo al infierno en un minuto
de Luisa.

Nota: Se ha conservado la ortografía original.

DEL CIELO AL INFIERNO EN UN MINUTO.

Tiene todo ser tan cerca de sí el Cielo, que apenas da un paso en su busca cuando en él se encuentra.

El Cielo está en todas partes donde un ser goza con los placeres del alma.

Una paz inquebrantable en la conciencia, es la atmósfera que en el Cielo se respira; un acto de caridad amorosa, es el destino de los que quieren vivir en él como ángeles; una sonrisa de triunfo cuando se domina un peligroso vicio, es el laurel que se conquista en el infinito reino de los cielos.

Dios llega á todas partes, no hay nada fuera de su alcance; por lo lento, todo lo que se practique en honra de la presencia de Dios es un acto digno del que pretenda habitar en el Cielo.

¿Dónde está el Cielo? Allá donde quiera que se observe firmeza para la virtud, constancia en el amor a los hermanos, humildad para socorrerlos, valor para soportar los dolores y las pruebas, dignidad ante el vicio y desprecio sin rencor hacia los halagos y falsos placeres.

Mas si rodeado de esta celestial atmósfera un ser, hay en su vida un momento en el que preste oidos al estrépito mundano que con tantos atractivos se presenta, y da un paso por el camino del vicio, puede muy fácilmente olvidar ya lo que á sí propio se debe, puede tambien ofuscar su entendimiento, secar su corazon y dejarse arrastrar por una corriente de difícil atajo que le conduzca precipitadamente por el camino del infierno.

Un mal paso deja huella indeleble, despues se expia, y mientras no se borra, lastima.

¿Qué es el infierno? No gozar de la presencia de Dios: cierto es, mas el no gozar de la presencia de Dios no es no habitar, en un punto en donde Él no alcance, porque esto es sacrilego; es olvidar que está presente, y no obrar con arreglo a su eterna influencia; y si su presencia es el placer, el infierno es el dolor. Así pues, todo el que viviendo feliz se deja seducir y abarcar por las redes del vicio, clava en su conciencia un puñal, pasa en un minuto de la paz al remordimiento; del Cielo al Infierno.

LUISA.