Era la alegre víspera del día
Apariencia
- Soneto 4
Era la alegre víspera del día que la que sin igual nació en la tierra, de la cárcel mortal y humana guerra, para la patria celestial salía; y era la edad en que más viva ardía la nueva sangre que mi pecho encierra, (cuando el consejo y la razón destierra la vanidad que el apetito guía), cuando Amor me enseñó la vez primera de Luciana en su sol los ojos bellos y me abrasó como si rayo fuera. Dulce prisión y dulce arder por ellos; sin duda que su fuego fue mi esfera, que con verme morir descanso en ellos.