Ideal Andaluz: Ideal de los individuos y de los pueblos

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Ideal Andaluz
de Blas Infante
Ideal de los individuos y de los pueblos

Ideal de los individuos y de los pueblos

Este ideal de los individuos es también el ideal de los pueblos [1]. En el criterio que preside a la moderna concepción de la historia, se aprecia cuanto es, en lo presente, la virtud de esa verdad que claramente se vislumbra. Sólo se busca el resultado de la depuración de los hechos históricos, concretada en esta síntesis: "espacio recorrido de esa senda (ciencia, arte, moral, civilización) que es la senda del progreso".

Jesús tuvo conciencia de este ideal, claramente definido en los tiempos modernos, que santifica la vida y vivifica la Santidad, cuando pedía en su sencilla oración que la voluntad eterna, fuente de los Poderes, de la Belleza, de la Justicia, es decir, de la Flema Gloria, imperase lo mismo en el cielo que en la tierra, y cuando profetizaba a sus discípulos: "Se acerca el reino de Dios".

  1. Los individuos y los pueblos víctimas de aberraciones, pueden perseguir, accidentalmente, ideales, mejor dicho, aspiraciones o fines contrarios al ideal. Pero tales aspiraciones no se pueden denominar propiamente ideales humanos, sino todo lo contrario. Son fines regresivos, cuyo triunfo implicaría, lejos de una exaltación, una pérdida del rango ganado por el ser, con el que he procurado sintetizar en la fórmula expresada. "Formalizar el espíritu: espiritualizar la forma". La Historia existe por ese ideal. A través de los hechos históricos se descubre a la humanidad avanzando hacia él trabajosamente.