La Tarde en el Pueblo

De Wikisource, la biblioteca libre.
La Tarde en el Pueblo
de Alfredo Espino

Esta tarde de enero no tiene la pureza
de aquella tarde muerta que ya echaste al olvido;
sobre la misma hierba, cansada, se ha tendido,
y enferma de recuerdos, la hermanita tristeza...

Sin embargo es la misma transparente belleza...
El viejo campanario, y el paredón florido,
y el amate a la vera de la senda erigido
con los brazos abiertos a la humilde pobreza.

De las casas hincadas bajo de la arboleda,
la tarde está agitando sus pañuelos de seda,
y la vida en el pueblo pisa alfombras de calma.

...Y yo no quiero nada: me dejo de ser mío,
porque sobre el camino —largo como un hastío—
persiguiendo tu sombra se va toda mi alma...