Los intereses creados: Acto II, Cuadro tercero, Escena IX

De Wikisource, la biblioteca libre.
Los intereses creados
Acto II: Cuadro tercero, Escena IX
de Jacinto Benavente

DICHOS, SILVIA, LEANDRO, DOÑA SIRENA, COLOMBINA, y la SEÑORA DE POLICHINELA, que aparece por el foro.
PANTALÓN y HOSTELERO.-¡Silvia!
CAPITÁN y ARLEQUÍN.-¡Juntos los dos!
POLICHINELA .-¿Conque era cierto? ¡Todos contra mí! ¡Y mi mujer y mi hija con ellos! ¡Todos conjurados para robarme! ¡Prended a ese hombre, a esas mujeres, a ese impostor, o yo mismo... !
PANTALÓN.-¿Estáis loco, Señor Polichinela?
LEANDRO.-(Bajando al proscenio en compañia de los demás.) Vuestra hija vino aquí creyéndome malherido acompañada de doña Siena, y yo mismo corrí al punto en busca vuestra esposa para que también la acompañara. Silvia sabe quién soy, sabe toda mi vida de miserias, de engaños, de bajezas, y estoy seguro que de nuestro sueño de amor nada queda en su corazón... Llevadla de aquí, llevadla; yo os lo pido antes de entregarme a la Justicia.
POLICHINELA.-El castigo de mi hija es cuenta mía; pero a ti...; Prendedle digo!
SILVIA.-Padre! Si no le salváis, será mi muerte. Le amo, le amo siempre, ahora más que nunca. Porque su corazón es noble y fue muy desdichado, y pudo hacerme suya con mentir, y no ha mentido.
POLICHINELA .-¿Calla, calla, loca, desvergonzada! Éstas son las enseñanzas de tu madre..., sus vanidades y fantasias. Éstas son las lecturas romancescas, las músicas a la luz de la luna.
SEÑORA DE POLICHINELA.-Todo es preferible a que mi hija se case con un hombre como tú, para ser desdichada como su madre. ¿De qué me sirvió nunca la riqueza?
SIRENA.-Decís bien, señora Poli-chinela. ¿De qué sirven las riquezas sin amor?
COLOMBINA .-De lo mismo que el amor sin riquezas.
DOCTOR.-Señor Polichinela, nada os estará mejor que casarlos.
PANTALÓN.-Ved que esto ha de saberse en la ciudad.
HOSTELERO.-Ved que todo el mundo estará de su parte.
CAPITÁN.-Y no hemos de consentir que hagáis violencia a vuestra hija.
DOCTOR.-Y ha de constar en el proceso que fue hallada aquí, junto con él.
CRISPÍN.-Y en mi señor no hubo más falta que carecer de dinero, pero a él nadie le aventajará en nobleza.. y vuestros nietos serán caballeros..., si no dan en salir al abuelo...
TODOS.- ¡Casadlos! ¡Casadlos!
PANTALÓN.-O todos caeremos sobre vos.
HOSTELERO.-Y saldrá a relucir vuestra historia...
ARLEQUÍN.-Y nada iréis ganando...
SIRENA.- lo pide una dama, conmovida por este amor tan fuera de estos tiempos.
COLOMBINA.-Que más parece de novela.
TODOS .-¡Casadlos! ¡Casadlos!
POLICHIMELA.-Cásense enhoramala. Pero mi hija quedará sin dote y desheredada... Y arruinaré toda mi hacienda antes que ese bergante...
DOCTOR.-Eso sí que no haréis, señor Polichinela.
PANTALÓN.-¿Qué disparates son éstos?
HOSTELERO .-¡No lo penséis siquiera!
ARLEQUÍN.-¿Qué se diría?
CAPITÁN.-No lo consentimos.
SILVIA.-No, padre mío; soy yo la que nada acepto, soy yo la que ha de compartir su suerte. Así le amo.
LEANDRO.-Y sólo así puedo aceptar tu amor... (Todos corren hacia Silvia y Leandro.)
DOCTOR .-¿Qué dicen? ¿Están locos?
PANTALÓN.-¡Eso no puede ser!
HOSTELERO.-¡Lo aceptaréis todo!
ARLEQUÍN.-Seréis felices y seréis ricos.
SEÑORA DE POLICHINELA.-¿Mi hija en la miseria! ¡Ese hombre es un verdugo!
SIRENA.-Ved que el amor es niño delicado y resiste pocas privaciones.
DOCTOR.- ¡No ha de ser! Que el señor .Polichinela firmará aquí mismo espléndida donación, como corresponde a una persona de su calidad y a un padre amantísimo. Escribid, escribid, señor Secretario, que a esto no ha de oponerse nadie.
TODOS.-(Menos Polichinela.) ¡Escribid! ¡Escribid!
DOCTOR.-Y vosotros, jóvenes enamorados... , resignaos con las riquezas, que no conviene extremar escrúpulos que nadie agradece.
PANTALÓN.-(A Crispín.) ¿Seremos pagados?
CRISPÍN.-Quién lo duda? Pero habéis de proclamar que el señor Leandro nunca os engañó... Ved cómo se sacrifica por satisfaceros aceptando esa riqueza que ha de repugnar a sus sentimientos.
PANTALÓN.-Simpre le Creímos un noble caballero.
HOSTELERO.-Siempre.
ARLEQUÍN.--Todos lo creímos.
CAPITÁN.-Y lo sostendremos siempre.
CRISPÍN.-Y ahora, Doctor, ese proceso, ¿habrá tierra bastante en la tierra para echarle encima?
DOCTOR.-Mi previsión se anticipa a todo. Bastará con puntuar debidamente algún concepto... Ved aquí: donde dice... “Y resultando que si no declaró... “, basta una coma, y dice: “Y resultando que si, no declaró... ” Y aquí: “Y resultando que no debe condenársele”, fuera la coma, y dice: ‘“Y resultando que no debe condenársele...”
CRISPÍN .-¡Oh, admirable coma! ¡Maravillosa coma! ¡Genio de la Justicia! ¡Oráculo de la Ley! ¡Monstruo de la Jurisprudencia!
DOCTOR.-Ahora confío en la grandeza de tu señor.
CRISPÍN.-Descuidad. Nadie mejor que vos sabe cómo el dinero puede cambiar a un hombre.
SECRETARIO -Yo fui el que puso y quitó esas comas...
CRISPÍN .-En espera de algo mejor.. Tomad esta cadena. Es de oro.
SECRETARIO.-¿De ley?
CRISPÍN.-Vos lo sabréis, que entendéis de leyes.
POLICHINELA.-Sólo impondré una condición: que este pícaro deje para siempre de estar a tu servicio.
CRISPÍN.No necesitáis pedirlo, señor Polichinela. ¡Pensáis que soy tan pobre de ambiciones como mi señor?
LEANDRO.-¿Quieres dejarme
CRISPIN.-No será sin tristeza de mi parte.
CRISPÍN.-No la tengáis, que ya de nada puedo serviros y conmigo dejáis la piel del hombre viejo. . . ¿Qué os dije, señor? Que entre todos habían de salvarnos... Creedlo. Para salir adelante con todo, mejor que crear afectos es crear intereses...
LEANDRO.-Te engañas, que sin el amor de Sihia nunca me hubiera salvado.
CRISPÍN.-¿Y es poco interés ese amor? Yo di siempre su parte al ideal y conté con él siempre. Y ahora acabó la farsa.
SILVIA.-(Al público.)Y en ella visteis, como en las farsas de la vida,que a estos muñecos,como a los humanos, muévenlos cordelillos groseros, que son los intereses,las pasioncillas, los engaños y todas las miserias de su condición:tiran unos de sus pies y los llevan a tristes andanzas;tiran otros de sus manos,que trabajan con pena, luchan con rabia,hurtan con astucia, matan con vilencia.Pero entre todos ellos, desciense a veces del cielo al corazón un hilo sutil,como tejido con luz del sol y con luz de luna:el hilo del amor,que a los humanos,como a esos muñecos que semejan humanos,les hace parecer divinos, y trae a nuestra frente resplandores de aurora,y pone alas en nuestro corazón y nos dice que no todo es farsa en la farsa, que hay algo divino en nuestra vida que es verdad y es eterno,y no puede acabar cuando la farsa acaba.(Telón)

FIN DE LA COMEDIA

<<< Parte anterior Título de esta parte Parte siguiente >>>
Escena VIII Acto II - Cuadro tercero, Escena IX Indice