real intencion y voluntad de me hacer mercedes; y por lo uno y lo otro cient mil veces los reales piés de vuestra católica majestad beso, y plega á nuestro Señor sea servido de me hacer tanto bien, que yo alguna parte desta tan insigne merced pueda servir, y que vuestra majestad católica para esto conozca mi deseo; porque conociéndolo, no pienso que era chica paga. En la carta que Luis Ponce, juez de residencia, me escribió me hacia saber que sí la hora se partía para esta ciudad y porque para venir á ella hay dos caminos principales; y en su carta, no me hacia saber por cual dellos habia de venir, luego despaché por ambos criadas míos pavo que le viniesen sirviendo y acompañando y mostrando la tíerra; y fue tanta la priesa que en este camino se dió el dicho Luis Ponce, que, aunque yo proveí esto con harta brevedad, le toparon ya veinte lognas desta ciudad; y puesto que eran mis mensajeros diz que nuestró holgarse mucho, no quiso recibir dellos ningun servicio; y aunque ma pesó de no lo recibir, porque diz que dello tenía necesidad, por la priesa de su camino, por otra parte holgué delló, porque pareció de hombre justo y que queria usar de su oficio con toda rectitud, y pues venia á tomarme á mí residencia, no queria dar causa a que dél se tuviese sospecha, y llegó á dos leguas desta ciudad á dormir una noche, ó yo hice aderezar para lo reci- bir otro dia por la mañana, y enviáme á decir que
