estudiada que toman, como si les fuese natural ó estuviesen distraídas, pero no se la pegan á los corridos.
Existe en el Bois de Boulogne un bonito Club descubierto, en que se tira al pichón en el verano, y se patina en el invierno, al que acuden las familias elegantes, en donde reina la alegría y á donde acuden, tengan o no flirts, pues hay damas tranquilas que no los tienen y se contentan con el efecto que producen sus bonitas caras y sus elegancias. Fuera de sus miembros, dan permisos, pagando, á los que se les recomienda: y aunque Raoul y Mercedes habían aflojado un tanto en servir á sus primos, y éstos no lo sintiesen porque tenían sus planes de encaramarse sin su auxilio al pináculo elegante, consintió Raoul en procurarles el permiso, pero sin acompañarles.
Apenas apareció esa pareja rastaquoère ó cursi, empezaron las risitas disimuladas, las chafalditas en voz baja y las miradas indiscretas de damas y