Esta página ha sido corregida
¡SACRIFICIO!
Como los viajeros que han atravesado el desierto y después de una larga caminata entran en la ciudad admirados de todo cuanto ven, así penetraron Rosa y Pedro en el matrimonio; parecía imposible que el amor hubiese aproximado seres tan distintos, y no acertaba la razón á explicarse una unión tan desigual.
Rosa era alta, delgada, rubia, de ojos azules, dulces, dormidos y soñadores, orlados de largas pestañas,