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cias especiales de su vide habían contribuido á desenvolver esos gérmenes de su naturaleza. Y la posición de su hermano político, y las convulsiones sangrientas de la sociedad argentina, le abrian un escenario vasto, tumultuario y terrible, tal cual su organización lo requería. Sin vistas y sin talento, jamás un ser obscuro en la vida del espíritu ha prestado servicios más importantes á un tirano, que los que á Rosas la mujer de que nos ocupamos por cuanto la importancia de los servisios para con Rosas, estaba en relación con el mal que podía irferir á sus semejantes; y su cuñada, con un tesón, una perseverancia y una actividad inauditos, le facilitaba las ocasiones en que saciar su sed abrasadora de hacer el mal.

— Esta señora, sin embargo, no obraba por cálculo, no; obraba por pasión sincera, por verdadero fanatismo por la federación y por su hermano; y, ciega, ardiente, tenaz en su odio & los unitarios, era la personificación más perfecta de esa época de subversiones individuales y sociales, sociales, que había creado la dictadura de aquél. Epoca que no ha sido estudiada todavía, y que causará asombro cuando se haga conocer en ella todo cuanto puede relajarse la moral de una sociedad joven, cuando esa relajación es impetida por una mano poderosa que se empeña en eso; encontrando por resistencia apenas la moral y la virtud privadas que se dejan arrastrar indefensas y fácilmente en el torbellino de los cataclismos públicos, porque les falta la potencia irresistible de la asociación de ellas mismas. La asociación de las ideas, de las virtudes, de los hombres, en fin, no existía en ese pueblo que erefa, con el candor del niño, que le