Página:Amalia - Tomo I (1909).pdf/221

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 217 —

palabra al presidente con el aire más resuelto del mundo, y obtenida, dijo:

—«Señores, yo no tengo todavía el honor de per»tenecer á esta ilustre y patriótica sociedad, aun »cuando espero incorporarme á ella dentro de posco tiempo; pero mis opiniones y amistades son »conccidas de todos, y espero con el tiempo poder »prestar á la federación y al Ilustre Restaurador »de las Leyes servicice tan distinguidos como los »que le prestan los miembros de la Sociedad Po»pular Restauradora, que ya son conocidos, tan»to en la República como en toda la América.» Nuevos aplausos y nuevos gritos siguieron á este tan lisongero exordio.

— —«Pero, señores—continuó Daniel,—es á las »personas presentes a las que yo debo dar las erho»rabuenas que se merecen de todo buen federal, »porque, sin querer negar á los demás socios su »entusiasmo por nuestra santa causa, yo veo que »scis vosotros los que dais la cara de frente para »scstener al Ilustre Restaurador de las Leyos:

»mientras que los demás no asisten á las sesiones »federales. La federación no reconoce privilegios.

»Abogados, comerciantes, empleados, todos aquí »somos iguales, y cuando haya sesión, ó cuando »haya algo que hacer en beneficio de Su Excelen>cia, todos deben concurrir al llamamiento del pre»sidente, ó adonde haya peligro, sin dejar á unos »pocos los compromisos y los trabajos. Todos serén muy buenos federales, pero á mí me parece »que los que están aquí no son unitarios para que »se desdeñen de juntarse con ellos. Esto lo digo >porque yo creo que ésta debe ser la opinión de »Su Excelencia el Ilustre Restaurador, la cual de..

»bemos hacer que son más respetada en adelante.»