cribe, el móvil que le impulsa, el fin que se propone, y mas que todo, los medios que emplea para atraerse las simpatías de ese mónstruo de mil ojos y mil cerebros que se llama «el público».
— Explícame eso.
— Es imposible. Cada autor tiene su modo. Lo que se puede aprender, lo que nace con el individuo, es ese tacto que no puede ser enseñado ni por el mismo autor.
— Cómo has hecho para progresar tanto en tan poco tiempo?
— Despertar. Es lo único que se necesita. Cuando el hombre está despierto, se siente mas dueño de sí mismo que cuando duerme. ¿No es verdad?
— Y quién te ha despertado?
— La ambicion.
— Vaya! Qué cosas tienes!
— Te parecen extrañas?
— Ya lo creo!
— Pues nada de extraño tienen si se miran juiciosamente y poco á poco. La ambicion es uno de los móviles mas poderosos que existen. ¡Cuántas cosas se han hecho por su causa! Tú, que tanto sabes, no ignoraras que las primeras obras de Lord