Página:Aventuras de Sherlock Holmes - Tomo I (1909).pdf/215

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
213
de Sherlock Holmes

Ahora, á ver al señor Breckinridge—continuó abotonándose el gabán, cuando salimos al aire glacial. Acuérdese usted, Holmes, de que aunque tenemos una cosa tan vulgar como un ganso en una punta de esta cadena, en la otra tenemos á un hombre que seguramente será penado con siete años de prisión si no podemos probar su inocencia. Es posible que nuestra investigación sirva sólo para confirmar su culpabilidad: pero en todo caso, ante nosotros se abre una fuente de averiguaciones que la policía no ha visto y que una singular casualidad ha puesto á nuestra disposición. Sigamos la vía hasta el fin. Cara al sur, pues, y de prisal Atravesamos Halborn, bajamos á la calle Endell, y así, por un laberinto de callejuelas, fuimos á parar al mercado de Convent Garden.

Uno de los puestos más grandes lucía en el letrero el nombre de Brickinridge, y el propietario, un hombre de cabeza de caballo, con una cara puntiaguda y rizadas patillas, ayudaba & un muchacho á cerrar las viedrieras.

—Buenas noches. ¡Qué frío hace!—dijo Holtorto, S.Le mes.

El negociante hizo un signo de cabeza afirma tivo, y dirigió á mi amigo una mirada interrogadora.

—Vendidos todos los gansos, lo veo—continuó Holmes, señalando las mesas de mármol vacías.

—Mañana por la mañana puedo proporcionar á usted quinientos,