Página:Aventuras de Sherlock Holmes - Tomo I (1909).pdf/29

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
27
de Sherlock Holmes

—¿Cuáles son?

—Un poco de carne fría y un vaso de cerveza—me contestó, tocando la campanilla,—He estado demasiado ocupado para pensar en comer, y probablemente lo estaré todavía más esta noche. A propósito, doctor; voy á necesitar su cooperación.

—Tendré infinito placer.

—¿A usted no le importa infringir la ley?

—Ni pizca.

—¿Ni correr el riesgo de que lo arresten?

—No, cuando es por una buena causa.

—¡Oh! ¡La causa es excelente!

—Entonces, soy el hombre que usted necesita.

—Estaba seguro de que podía contar con usted.

—Pero, ¿qué desea usted hacer?

—Una vez que la señora Turner haya traído la bandeja, voy á explicarlo á usted... Ahora—añadió, volviéndose ávidamente al sencillo refrigerio que la patrona acababa de dejarle:—necesito hablar mientras como, porque no dispongo de mucho tiempo. Ya son cerca de las cinco. Dentro de dos horas tenemos que estar en el teatro de la acción. La señorita, ó mejor dicho, la señora Irene, vuelve de su paseo á las siete. Nosotros iremos á Brione Lodge á encontrarnos con ella.

—¿Y entonces?

—Eso déjemelo usted á mí. Ya he arreglado lo que ocurrirá. Hay sólo un punto en el que debo