Esta página ha sido validada
— 18 —
haré sin vacilar cuanto me digas.
Buscando una esperanza aquí he venido
y ella la angustia de mi pecho arroja,
Plaza del Arno, diez, allí su nido
tiene la pobre coja.
— Mañana te veré, y hasta mañana
ningun pesar te apene.
— Me tendrás esperando en la ventana
simpático español.
— Bella italiana,
no he de olvidarte: ¿y tú?
— Ti voglio bene.