observador adecuado una varilla material, y de aquí que convenga llamarlas reglas rectilíneas.
Ahora, sin más explicación, se comprende que de las cuatro rectas que pueden ser ejes de referencia para el diagrama que traduce el conocimiento de un observador cualquiera, tres han de ser de la clase de reglas, que formarán los ejes espaciales, y la cuarta de la clase de hodócronas, que constituirá el eje de los tiempos.
De un modo general todas las curvas que podemos imaginar en el Universo se clasifican en dos grupos: o son tales que sus tangentes pertenecen todas ellas a la clase de hodócronas, o no cumplen dicha condición. En el primer caso las llamaremos hodócronas curvilíneas, pues podrán traducir la ley del movimiento de un punto.
Fuera de los dos grupos de hodócronas y reglas, están las rectas paralelas a las generatrices del cono asintótico, límite común de unas y otras. Representan la hodócrona de una onda luminosa, y el carácter de regla que también poseen, indica que sus diferentes puntos son simultáneos para quien se transporte con la velocidad c, perdiéndose de este modo para él toda noción de tiempo.
b) Los planos, así como las variedades de tres dimensiones contenidas en el Universo, o cortan al cono asintótico, o son exteriores a él. En el primer caso, si son planos, aquel cono le interceptará según
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