Página:Cantos pastorales.djvu/104

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
(98)

cubre no esté adornada de blasones, ni epitafio. ¡Atentado horrible! En vano quisiste, oh Albion, borrar con tus lágrimas una mancha tan negra. Ya ha visto tus hijos arrebatados por un contagio destructor, y tus templos devorados por las llamas. Ya has experimentado las resultas de una guerra intestina, y has visto tus guerreros cubiertos de deshonrosas cicatrices, y tus ejércitos de acciones poco gloriosa. En fin, Ana dijo: que cese la discordia; y al instante apareció la paz.

En este dichoso momento al Támesis sacó de debajo de sus ondas su cabeza venerable... Sus cabellos goteaban, y el resplandor de